Sociedad

La subida de alquileres y precios empuja a los estudiantes a colegios mayores y residencias frente a los pisos

El precio medio de las habitaciones supera los 500 euros mensuales en muchas zonas de Madrid o Barcelona.

La víctima de la estafa pagó 400 euros por el alquiler de un piso en Burgos / Cadena SER EFE

Madrid

Marwane Bourqquia, 25 años, estudiantes de un doctorado en neurociencia, tuvo que dejar la habitación del piso en el que vivía hace dos años cuando le subieron el alquiler más de un 40%: "Los caseros me dijeron (te vamos a cobrar) de 350 a 500 euros y sino quieres pues ahí tienes la puerta que hay mucha gente dispuesto a pagarlo. Tengo constancia que después lo subieron de 500 a 600 euros". Con los pisos y habitaciones por las nubes, Marwane se puso a hacer cuentas y decidió irse a vivir a un colegio mayor: "Entre lo que es internet, la luz, el agua, el gas y la comida, una habitación ahora mismo con todos los gastos sale en Madrid por 700 - 800 euros. Un colegio mayor público de la Complutense son 940 euros. Además no tienes que cocinar, no tienes que limpiar hay actividades recreativas con el resto de compañeros etc. Sale muchísimo mejor".

El suyo no es un caso aislado. Residencias y colegios mayores, sobre todo públicos que son mucho más baratos y funcionan como entidades sin ánimo de lucro, han notado el aumento de la demanda de un tipo de alojamiento que la subida de los alquileres está haciendo cada vez más atractivo. Las listas de espera se extienden por toda España desde Santiago, donde un millar de alumnos se han quedado sin plaza este curso en un centro público, a Cádiz o Badajoz. En la Universidad Complutense de Madrid, donde estudia Marwane y que es la más grande de España, el rectorado certifica que cada vez tiene más solicitudes - hay el doble de aspirantes que de plazas - y que cada vez se cubren antes: "Antes teníamos que buscar hasta 100-120 plazas en el proceso extraordinario de junio, ahora todas nuestras plazas se cubren cada año desde hace dos o tres con los solicitantes de mayo (que aún no tienen ni las notas de Bachillerato)", explica una portavoz. Lo de las notas es relevante: "Los estudiantes en los colegios mayores públicos se seleccionan por un baremo propio que da la mayor parte de la puntuación al expediente académico de Bachillerato. Así, más de la mitad de los chicos que nos solicitan la entrada (305 de 560 que salieron en listas) tienen más de un nueve de media".

"He perdido espacio y dinero"

El precio medio de las habitaciones para estudiantes en Madrid es de 510 euros, según datos del portal especializado Live4Life, aunque en muchos barrios supera de largo ese precio. En Barcelona el precio medio es de 490 euros. Otro portal, Idealista sitúa a la cabeza del ranking de las habitaciones más caras a Barcelona con 631 euros al mes , y casi un 9% de subida en sólo un trimestre, le sigue Madrid con 477 euros mensuales, Palma 473 euros y Vitoria con 448 euros. La renta media de una habitación a nivel nacional se situó , según sus cálculos, en 405 euros en el mes de junio, un 5,59% más que el trimestre anterior. El portal recuerda que el alquiler de habitaciones no se rige por la Ley de Vivienda ni la de Arrendamientos Urbanos.

Pilar Hernández, 26 años, llegó a Madrid hace 6 años para estudiar Bellas Artes. Ahora hace el doctorado. Su experiencia es la de estar en una especia de involución: "En estos años he perdido en espacio y en dinero. Antes estábamos en un piso en el que pagamos 450 euros al mes por habitación y ahora, después de mucho buscar, pagamos 500 euros por un piso sin amueblar, sin electrodomésticos y por una habitación más pequeña". Pilar, a pesar de todo, está contenta porque "al menos hemos podido mantener la zona que queríamos, cerca de la universidad". Ella y una compañera han tardado tres meses en encontrar algo decente y a un precio razonable en el que poder vivir: "Hemos visto cosas muy raras. Fuimos a ver un piso a 500 euros la habitación en la que una de ellas estaba en un altillo. No podías estar de pie. Habitaciones sin ventana, muchísimas. O pisos que anunciaban como tres habitaciones y para acceder a una de ellas y había que pasar por otra. La intimidad no existía". Para ver los pisos las inmobiliarias citaban a los posibles inquilinos todos a la vez: "Ni siquiera había turnos, ni te enseñaban el piso".

Pocas ayudas

Pilar, que también es responsable de igualdad la Delegación Central de Estudiantes de la Complutense de Madrid, explica que se han encontrado con la exigencia de tener que presentar un estudio de solvencia: "Contratos de trabajo, tres últimas nominas, un aval si no llegas a determinado porcentaje del precio de la renta...Algunos te quieren cobrar el seguro de impago del alquiler o la comisión de la inmobiliaria para poder alquilar". Sobre la opción de irse a un colegio mayor o residencia, ella no se lo plantea mientras puede pagar una habitación pero le consta el aumento de la demanda: "En la Delegación Central de Estudiantes lo hemos notado. La demanda es cada vez mayor porque, entre las becas que da la universidad , y que los pisos cada vez son mas caros pues la gente sí que se lo piensa como una opción cada vez más factible". En su opinión faltan ayudas, no sólo para el alquiler, también para servicios básicos como la comida: "Países como Portugal o Francia tienen un menú subvencionado en la universidad que te cuesta 2,40 - 3,30. Eso facilita mucho el poder vivir en otras ciudades porque al final la comida, como todo, estás subiendo, y es un gasto importante". El menú de la Complutense no llega a 7 euros, el doble que en otros países.

Un negocio millonario

El mercado de las residencias universitarias en España vive un auténtico boom. Fondos de inversión extranjeros se han lanzado a un mercado con una demanda creciente y en el que la consultora Ernst and Young estima que va a haber transacciones por 4000 millones de euros entre 2022 y 2024. El año pasado fue récord: el fondo holandés PGGM se hizo con RESA, la principal empresa española de residencias de estudiantes, por 900 millones de euros. La compañía tiene 43 residencias que suponen 11. 200 camas en 21 ciudades entre ellas Madrid, Barcelona o Valencia. Del negocio no se libra ni el Gobierno: El Periódico de España, adelantaba que el ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz había cedido por 99 años al fondo sueco EQT Exter la antigua sede de Comisiones Obreras en la Plaza Cristino Martos de Madrid - un lugar céntrico, bien comunicado y cercano a ciudad universitaria - para convertirla en una residencia de estudiantes.

Colegios mayores y residencias suponen, por ahora, sólo el 40% de los alojamientos para universitarios pero las perspectivas son millonarias. Un informe de Deloitte sobre el mercado de Residencias de Estudiantes en España para el curso 2022-2023 estima en más de 500.000 los alumnos que necesitan alojamiento mientras que ahora mismo hay unas 113.000 plazas disponibles. Hagan cálculos.

 
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