Las tormentas de septiembre dejan ya más de 60.000 hectáreas siniestradas en la agricultura

Madrid

Después de registrar la peor sequía de la historia del seguro agrario, el campo se enfrenta ahora a las consecuencias que la DANA y las fuertes tormentas están teniendo en gran parte de la península. De acuerdo con los datos facilitados por Agroseguro a la Cadena SER, en las tres primeras semanas de septiembre se han recibido partes de daños que suman más de 60.000 hectáreas siniestradas. La entidad destaca que las tormentas más severas han sido las registradas en los dos primeros fines de semana del mes.

Según Ángel Algarra, jefe del departamento de siniestros agrícolas de la entidad que gestiona el seguro agrario, los cultivos y zonas más afectadas son “la viña, en todo el centro peninsular, Comunidad valenciana y el valle del Ebro, los cultivos de hortalizas, en Levante, sureste y valle del Ebro”, y también los cítricos en la zona de Valencia, sacudida por las lluvias y el granizo del pasado fin de semana. En total, los siniestros se reparten por 44 provincias, aunque los mayores daños hasta el momento se han registrado en Albacete y Cuenca por la DANA de principios de mes.

A la espera de que terminen las valoraciones de los daños y conocer el importe de las indemnizaciones, "este año, por riesgos diferentes a la sequía, como pedriscos, inundaciones, tormentas y DANAs, ya se rebasan los 200 millones de euros. Y este mes de septiembre va a ser un añadido más a esta cantidad”, comenta Juárez. Entre enero y agosto Agroseguro ha recibido partes de siniestros por estas causas que suman más de 600.000 hectáreas.

Los agricultores siguen haciendo balance de daños, en muchas ocasiones con dificultades porque el agua de las inundaciones todavía no ha desaparecido. En la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) califican de “devastador” el episodio de lluvias torrenciales, pedrisco y viento que ha sufrido el campo en las últimas semanas, que no solo ha afectado a los cultivos, también a los caminos y a las infraestructuras de riego.

“En Toledo el cultivo del tomate y de la cebolla ha salido muy mal parados, estamos teniendo problemas en el viñedo, tanto por el pedrisco como por la cantidad de agua que ha caído, y lo que quedaba de recoger del almendro, en muchas zonas el viento y la lluvia torrencial han tirado muchos frutos al suelo”, comenta Gregorio Juárez, técnico de ASAJA, a la Cadena SER.

La organización estima en más de 5 millones de euros el valor de los daños solo en los campos de cebolla y tomate en Toledo (sin contar los costes de producción), y 4.500 hectáreas de cítricos, frutales y hortalizas afectadas en la comarca alicantina de la Vega Baja que sumarían 50.000 toneladas. Según explica Juárez, a los daños provocados en los campos y en las infraestructuras, se añade ahora el riesgo de que aparezcan enfermedades para los cultivos relacionadas con la humedad.