Política

Sánchez evita hablar de amnistía pero solo contempla la opción de un Gobierno progresista

En una conversación informal con periodistas en Nueva York, Sánchez minimiza el impacto de las críticas de los veteranos del PSOE y defiende la colaboración de Yolanda Díaz en la negociación

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez / Borja Puig de la Bellacasa (EFE)

Enviada especial a Nueva York

Pedro Sánchez no da detalles de la negociación escudándose en que es el turno de Feijóo, pero no muestra ni la menor duda de que formará gobierno. Ese es su plan A, su plan B y su plan C. Está trabajando para ello y no contempla como opción la repetición de las elecciones. Así de convencido se ha mostrado Pedro Sánchez este martes en Nueva York, en una conversación informal con periodistas, en la sede de Naciones Unidas donde participa en la 78 Asamblea General.

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Por primera vez después de las elecciones, Sánchez ha mantenido una charla relajada con los periodistas que le siguen habitualmente y no ha dejado ninguna puerta abierta a la celebración de nuevos comicios y tampoco ha aclarado sobre qué mimbres va a armar el acuerdo de su investidura. Él asegura que hay números, pero no aclara cómo llegará a esa suma.

Cuando pase la investidura de Núñez Feijoo, el presidente en funciones asegura que hablará con claridad, para todos y se le va a entender perfectamente. Esa respuesta es la que ofrece cada vez que se le pregunta por la amnistía que reclaman Junts y ERC y que, según Oriol Junqueras, pactaron en agosto pasado cuando acordaron la configuración de la mesa. Sánchez ha rechazado dar pábulo a las especulaciones y ha emplazado al momento en el que el rey le haga el encargo para clarificar el escenario.

Sí que ha insistido en que la sociedad catalana ha apostado por la convivencia y ha explicado que eso también significa que hay un gran rechazo a la vía unilateral que defiende Carles Puigdemont. Se agarra para ello en el CIS catalán, que refleja que sólo 10% apoyala vía unilateral frente al 90% al que Sánchez cree que ha dirigirse.

Sánchez se compara con González o Zapatero

En el vestíbulo del edificio de Naciones Unidas, ha conversado con los periodistas sobre las críticas de Felipe González y Alfonso Guerra a las negociaciones con Junts. El líder socialista opina que no hacen mella en el electorado progresista ni en la militancia del PSOE, donde palpa un apoyo mayoritario a los pasos que está dando. Asegura que está haciendo lo que en su día hicieron González o Rodríguez Zapatero, transformar la organización y adaptarla a los parámetros de España en 2023.

En su equipo han sido muy críticos con Yolanda Díaz y por su foto con Puigdemont, pero él no ha mostrado malestar con la vicepresidenta. Asegura que está ayudando y que están coordinados. Sobre la foto no se ha pronunciado ni tampoco sobre las exigencias de Podemos de que Irene Montero forme parte del Gobierno. No están en esa pantalla.

Ahora, repite el presidente en funciones, es el tiempo de Núñez Feijóo y ahí sí que se ha despachado a gusto. Desde que el presidente del PP truncó el acuerdo para renovar el Poder Judicial, Sánchez repite que Feijóo no es un líder autónomo y ha vuelto a hacerlo ahora a cuenta del acto previsto este domingo contra la amnistía. Cree que el líder popular está atrapado en una red de alianzas con Vox que no supo parar. De hecho, la imagen de los de Abascal dejando los pinganillos en su escaño cree que no solo retrata a la ultraderecha sino que deja mal a sus socios del PP.