El Supremo reabre la causa por el fraude masivo en la base aérea de Getafe y sienta en el banquillo a un comandante

MADRID

La sala de lo militar del Tribunal Supremo ha ordenado que se reabra la investigación por uno de los mayores fraudes que se conocen en el seno del ejército y que se produjo en la base aérea de Getafe. Dos coroneles y un capitán - ahora comandante- estuvieron en el centro de una investigación dirigida por la juez togado militar, Patricia Moncada, que detectó desvío de dinero público entre los años 2009 y 2012 en las áreas de cocina, alojamientos, vestuarios y cafeterías. La juez llegó a reclamar una fianza de más de 100.000 euros a los tres mandos militares para asegurar las responsabilidades civiles. Sin embargo, la causa fue archivada antes del juicio porque la justicia militar determinó que los investigados estaban aforados ante el Tribunal Militar Central.

Ahora el Supremo reabre la causa, pero sienta en el banquillo solo al que era capitán en el momento de los hechos porque, subraya, entonces no estaba aforado. Dice la sentencia que los dos coroneles no pudieron defenderse durante la investigación y que "enfrentarse al ingente volumen de actuaciones ya practicadas y a sus espaldas, como principio de su periplo por una causa de la que no debieran haber quedado excluidos constituye una dificultad tan evidente como injusta para ejercer adecuadamente sus posibilidades de defensa, con éxito o no que esa es ya otra cuestión. Se les tuvo a ciegas sin motivo y debieron enfrentarse a una auténtica montaña de evidencias acumuladas en su forzada ausencia”. Sin embargo eso no ocurrió en el caso del capitán que declaró como imputado "por lo que no puede apreciarse que se le privara de su derecho a un proceso justo con todas las garantías de defensa".