Todas las familias tienen sus peculiaridades, pero hay algunas sagas que han sido contadas a lo largo de varias décadas. De esas historias se alimenta el programa de TVE, «Lazos de sangre», que anoche dedicó a Julio Iglesias su segunda entrega con motivo de su 80 cumpleaños. El extenso repaso a su vida incluye uno de los capítulos que más tinta derramó en su época, la decisión de su hijo Enrique de dedicarse a la música. Un hecho que no tendría que haber llamado la atención de no ser por a reacción de su progenitor. De los testimonios que se pudieron escuchar en el espacio televisivo se pueden extraer dos conclusiones. La primera es que el espíritu competitivo de Julio Iglesias es intenso y lo segundo es que no le sentó nada bien no enterarse desde principio de las intenciones de su hijo de dedicarse a la música. De hecho fue la mujer que siempre lo cuidó, conocida como «la Seño», la que dió a Enrique Iglesias los 500 dólares que costaba la grabación de la maqueta de ‘Si tú te vas’. Según revela el programa, cuando Julio Iglesias se enteró llamó a su hijo para regañarle: “Tuvimos una pelea por teléfono. Me dijo ¿por qué haces esto?, tú estás loco, ¿por qué has hecho esto sin decirme nada? Yo soy el que sabe sobre esto y no vas a conseguir nada sin mí. Me peleé con él hice las maletas y me fui de casa”, contaba. Por su parte, Chabeli lo justifica así: “Mi hermano es muy independiente y yo creo que él quería hacerlo solo para demostrarle que podía. Es súper trabajador y eso lo ha heredado de mi padre”. Además, opina que lo que más le molestó a su padre fue no saberlo: Fue lo que le molestó, fue lo más difícil”. A partir de ahí comenzó la rivalidad y estuvieron hasta una década sin hablarse, aunque en público intentaban no echar más leña al fuego. “¿Si hay que ser número uno, él o yo? ¡Yo!”, respondía Julio Iglesias cuando le preguntaban. Incluso quería quedar por encima cuando se hablaba de estar con mujeres. “No, qué va, yo en eso soy un campeón”, afirmaba convencido. Por su parte, Enrique Iglesias era claro y no ocultaba sus intenciones: “Siempre he querido vender más discos que mi padre, siempre he querido ser mejor que mi padre, ser mejor artista que mi padre”. “A veces uno dice cosas, pero en el fondo del alma uno no lo siente. No estoy segura de si a mi padre le molestó que Enrique no le contase sus planes, pero lo que sí sé es que mi padre está orgullosísimo de él y de que los dos se quieren muchísimo”, explica Chabeli ahora. Si atendemos a los datos de Spotify en la actualidad, Enrique Iglesias con 23 millones de escuchas mensuales le ha ganado la partida a su padre, que atesora 4 millones. Julio Iglesias cumple este sábado 80 años. Posee la Medalla de Oro a las Bellas Artes y la Real Orden de Isabel la Católica en España, la Legión de Honor en Francia y hasta posee desde 1985 una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. El colofón a toda una vida sobre los escenarios llegó en 2019, año en el que dio su último concierto, en Chicago, y en el que la Academia Americana de la Grabación le otorgó el premio a toda su carrera (Lifetime Archievement Aguard), galardón que solo poseen unos pocos elegidos y que le sitúa al nivel de grandes estrellas como Elvis Presley, Queen, Frank Sinatra, The Beatles, Michael Jackson, Aretha Franklin o Barbra Streisand. La vida personal de Julio Iglesias ha sido también casi tan conocida como la profesional. Se ha casado dos veces. La primera vez con Isabel Preysler (1971-1978), del que nacieron sus tres primeros hijos (Chábeli, Julio José y Enrique), y el segundo y último con Miranda Rijnsburger, con la que se casó en 2010 después de 20 años juntos y con la que ha tenido cinco hijos más: las mellizas Victoria y Cristina, además de Michael, Rodrigo y Guillermo. A estos ochos vástagos reconocidos podría sumarse uno más, Javier Sánchez Santos, que nació en 1976 fruto de una supuesta relación entre Iglesias y una bailarina, que a día de hoy sigue luchando para que la Justicia lo reconozca hijo legítimo del cantante.