Victoria de las mujeres

Madrid

Victoria de las mujeres. Victoria feminista. El pacto alcanzado entre las seleccionadas, la Federación de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes ya ha empezado a caminar. Ya es una realidad. La mayoría de jugadoras han vuelto a entrenar en cumplimiento de su parte. Y la Federación de Fútbol ha anunciado que cambia el nombre de las selecciones y las unifica en una sola bajo una marca común: Selección Española de Fútbol. Era una de las reivindicaciones de las deportistas, simbólica pero importante: el trato igualitario entre ellas y ellos. Otras consisten en completar la purga de reaccionarios machistas en la entidad cúpula: el presidente Luis Rubiales fue empujado a marcharse; el seleccionador femenino Jorge Vilda fue destituido; y también irán desapareciendo los restantes más significados. El primero de la lista es Andreu Camps, secretario general, entre otros cargos. Cierto que esta demolición en forma de pedrea tomará un tiempo. Pero al figurar los organismos del Gobierno como garantía, poca duda cabe de que debe llegar a buen fin.

Hace ahora justamente un mes del gran bochorno. De las escenas que circularon por todo el mundo, y que en nada beneficiaron ni a nuestro deporte, ni a nuestro país, ni a los ciudadanos varones españoles. Las del forzado “pico” del presidente de la federación a una jugadora, y las del mismo sujeto agarrándose las gónadas en el palco, enloquecido.

Acaben de limpiar la casa cuanto antes. Por equidad, salud y confort moral de una sociedad que no se mereció estos desvaríos. Y felicidades a las resistentes. Esta victoria suya es tan importante como la deportiva. Es el triunfo de la dignidad.