Ángeles Caballero: "Guerra y González quizá no se hayan dado cuenta de que los que les aplauden ahora, antes los consideraban una mezcla de Pol Pot, Godzilla y Megalodón"
Ángeles Caballero estuvo en el acto en el que Felipe González y Alfonso Guerra, distanciados durante mucho tiempo, se unieron para criticar a Pedro Sánchez. "Ambos se entienden con la mirada y creen que la incorrección política y la sinceridad son lo mismo", ha contado la periodista
Ángeles Caballero: "Guerra y González, los Starsky y Hutch"
Ese público, en su mayoría peinaba canas o bien es de esa gente que ha optado por entregarse al tinte. A esa gama de marrones que tocan según vamos llegando a una edad, que puede ser café con leche, marrón chocolate, el tono violín de Mariano Rajoy Brey. También hay una gama de rubios que son siempre los mismos.
Ángeles Caballero: "Guerra y González, los Starsky y Hutch"
El público era de esos que hablan de quedar a merendar, que en vez de vacaciones habla de veraneo, que en vez de Euskadi, alguna vez, dice Vascongadas. Que añora lugares de solera madrileña como Embassy, que cree que todo, en general, está mal y que antes, en general, todo estaba bien. Que en cuanto se saluda muestra su entusiasmo y matiza, por supuesto, el mérito de conservar semejante espíritu con la que está cayendo. Aunque a una le venza la timidez y se quede con las ganas de preguntar qué demonios nos cae y cómo protegernos.
Son socialistas que visten con pañuelo en la americana, que matan por la Constitución del 78, que dicen del presidente del Gobierno en funciones que es un señorito que no tiene límites. Que aplaudieron a rabiar cuando en esa sala del Ateneo de Madrid apareció Nicolás Redondo Terreros, Nico para los amigos. El expulsado de oro, el apartado por el nuevo socialismo.
Y después estaban ellos. Guerra y González. Alfonso y Felipe. Los compararon con Starsky y Hutch, con Mick Jagger y Keith Richards. Un abrazo a los oyentes de la generación Z o semejantes que desconocen quiénes son estas personas. Son de ese tipo de personas que, a la mínima que refresca, tiran de chaleco de punto como hizo mi padre nada más jubilarse. Que hacen bromas de chiquillos, que se entienden con la mirada, que creen que la incorrección política y la sinceridad son lo mismo.
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Que dicen que aman España y no tanto a Pedro Sánchez. No les gustan mucho las minorías, ni la nueva política, ni un montón de cosas de esta España a la que no reconocen. Quizá no se hayan dado cuenta de que muchos de los que le aplauden ahora son los mismos que los despreciaban hace tiempo, que los consideraban una mezcla de Pol Pot, Godzilla y Megalodón. Aquel sindicato del crimen, aquella España tan poco edificante como la que ellos ven ahora.
"Las cosas hay que verlas como eran", dijo Felipe. "Estamos viejos y somos de otra época", dijo segundos después. Y va a ser eso lo que pasa, presidente. Que usted es otro como lo soy yo, que ando tapando canas como puedo en esa infinita gama que tienen los marrones en el tinte.
Ángeles Caballero
Periodista. Colabora en 'Hoy por Hoy', con Àngels...