"Han cambiado los tiempos de Mariquita Pérez y Alfonso Guerra no se ha dado cuenta"

Madrid

Mariquita Pérez ya no existe. Quien conozca un poco la historia de México no puede dejar de asombrarse de que si no hay nada imprevisto, su próximo presidente será presidenta. Sustituirá a Andrés Manuel López Obrador, una mujer, triunfe la candidata de la izquierda o de la derecha, pues los dos bloques llevan a su frente a una de ellas, ganadoras ambas en las elecciones primarias de los respectivos espacios ideológicos. México, como tantos otros, es un país lastrado por el machismo. Lo que va a ocurrir es todavía verdaderamente extraordinario. En España, por ejemplo, aún no hemos tenido una mujer presidenta de la Nación. No es el único lugar en el que se están dando estos cambios. En Europa, vemos estos días el duelo entre la ministra española, Nadia Calviño, y la comisaria de la Competencia para presidir el Banco Europeo de Inversiones: la pata financiera de la Unión Europea. Ello confirma que la única revolución digna de ese nombre y que avanza en el mundo es la feminista. Por ello hay tantos intentos de frenarla, por ejemplo, reduciendo la política a bromitas machistas, como ha hecho lamentablemente Alfonso Guerra, refiriéndose a la vicepresidenta Yolanda Díaz. Han cambiado los tiempos de Mariquita Pérez y Guerra no se ha dado cuenta.