El Gobierno renuncia a los peajes en autovías, pero ¿quién pagará ahora el mantenimiento de las carreteras?

El Gobierno ha pactado con Bruselas que no habrá peajes en las autovías. Tras muchísimo ruido político en la campaña electoral, en la que el PP acusaba de un peaje encubierto y el PSOE lo negaba, la realidad es que el Ejecutivo y la Comisión Europea cierran un no a esos peajes y plantean, a cambio, incentivar el transporte por ferrocarril. Pero tras ese acuerdo, se abren muchas preguntas sobre la viabilidad de ese pacto: ¿Podemos permitirnos no poner peajes y mantener las carreteras a la vez? ¿Tiene nuestro ferrocarril capacidad para absorber ese transporte? ¿Cuánto tiempo debe pasar hasta que la carretera deje de reinar? Se puede prescindir de los peajes y aumentar el mantenimiento, pero si no pagan los que circulan hay que buscar otra vía de ingresar. Porque la pregunta es: ¿de dónde van a salir casi 10.000 millones que las carreteras necesitan para su puesta a punto?. A fecha de hoy, 11 de cada 100 kilómetros de carreteras del Estado presentan «deterioros graves», según la Asociación Española de Carreteras. En concreto, hacen falta 9.918 millones para reparar carreteras: 3.261 millones en la red del Estado (en total 26.400 km) y otros 6.657 millones en las de autonomías y gobiernos forales (75.300 km). Pero, ¿de dónde salen 9.918 millones si no hay un impuesto extra, un peaje, un pago por uso o lo que se quiera? Pues esa es la gran cuestión porque la mayoría de ese dinero (el 95%) se requiere para algo tan básico como «reposición y refuerzo de firme». El pacto con Bruselas dice no a ese peaje y que se moverán las mercancías al ferrocarril. ¿Puede el ferrocarril absorber lo que no se transporte por carretera? La respuesta rápida es no. En el futuro, quizá pero a fecha de hoy no. En España se mueven 1.609 millones de toneladas y el 95,8% de las mercancías que se transportan en nuestro país se mueven por carretera, según los datos del Observatorio del Transporte del Ministerio. La carretera es la estrella del reparto en nuestro país, a mucha distancia del ferrocarril o el barco. Por tren, apenas se mueve el 1,2% de las mercancías. Las carreteras cargan 77 veces lo que cargan los trenes. Así que ahora mismo, mover ese tráfico de las carreteras a las vías del tren, no sólo es inviable, sino que cada año es más difícil porque el tráfico de camiones por carretera sigue creciendo año a año, más que cualquier otra alternativa. Si el tráfico de todas las mercancías ha aumentado un 5,7% el último año, el tráfico por carretera ha aumentado el doble, más del 10%. Y en las autovías y autopistas sin peaje el tráfico se dispara (un 30,4% más) hasta representar más de la mitad de lo que se mueve en el país. Si uno compara las autovías sin peaje con las autopistas con peaje, la mitad de las mercancías de España se mueven por autovías sin peaje (52%) y apenas una décima parte (un 5,7%) se mueve por autopistas de peaje. Por tanto, las carreteras están cada día más saturadas y ahora mismo no es realista pensar que lo que se carga en camión se pueda llevar al tren. ¿Y en el futuro? El plan del Gobierno va en esa dirección, pero va a requerir una inversión brutal en dinero e inteligencia. El modo ferroviario continúa siendo el que mayor volumen de inversión concentra por parte del Ministerio de Transportes: un 42,5% de la inversión ejecutada el último año. Así que la apuesta está ahí y se ve en los Presupuestos de 2023: se destinan 1.040 millones de euros para carreteras y se dedican 5.408 millones para infraestructuras ferroviarias, es decir, cinco veces más. El problema es que llevar al tren lo que mueve ahora la carretera va a requerir una inversión monstruosa que ahora mismo no parece planteable, sobre todo, cuando el propio Presupuesto dice que la mitad de la inversión se va al AVE. Y en Inteligencia y Logística, porque no basta con llevar la mercancía a los trenes. Luego, hay que cargar camiones desde la estación al destino. Es necesaria conexión por carretera aunque sea de corta distancia y la planificación es imprescindible. En resumen, los peajes se descartan, pero no está claro si esto es un punto final o un punto y aparte. Si esto no se aplica a cambio de dinero europeo, pero se puede terminar aplicando por problemas de falta de dinero español. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha asegurado que la Comisión Europea ha recibido «positivamente» las propuestas alternativas a los peajes que ha realizado el Gobierno. En declaraciones a la prensa antes de la celebración de la reunión ministerial de Transportes de la Unión Europea (UE) en Barcelona, Sánchez ha explicado que, entre otras opciones, se ha planteado la posibilidad de introducir incentivos ferroviarios o bonificar los cánones del transporte de mercancías por ferrocarril para favorecer su transporte por tren. La ministra ha recordado que la Comisión Europea aprobó en primavera establecer en toda la Unión Europea un sistema de contabilidad de emisiones a partir de 2027, lo que «podría suponer en ese momento un doble gravamen», ha dicho.

El Gobierno renuncia a los peajes en autovías, pero ¿quién pagará ahora el mantenimiento de las carreteras?

Tras el ruido en la campaña, en la que el PP hablaba de peaje encubierto y el PSOE lo negaba, el Ejecutivo y la Comisión han cerrado un no a esos peajes y plantean, a cambio, incentivar el transporte por ferrocarril

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