Combates entre la policía y un grupo serbio causan al menos cuatro muertos en Kosovo
El enfrentamiento ha costado por ahora la vida a un policía y tres asaltantes
Kosovo
El enfrentamiento entre la policía kosovar y un grupo armado en el norte de Kosovo ha costado por ahora la vida a un policía y tres asaltantes, mientras prosiguen los combates en torno a un monasterio ortodoxo serbio, en el que se han atrincherado los atacantes.
Pristina informa de que el incidente, el más grave en años en la conflictiva zona, ha sido provocado por un grupo de al menos 30 personas, que manejan armas militares y varios vehículos, entre ellos un blindado.
Considera que son "terroristas" respaldados por Belgrado y subraya que no se trata de serbios locales, sino de un grupo "profesional" y organizado.
"Lo repito: quienes perpetran este ataque terrorista no son ciudadanos serbios de Kosovo corrientes sino tropas respaldadas por el Estado de Serbia", escribió el primer ministro de Kosovo, Albin Kurto, en la red social X, antes Twitter.
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Los describió como "fuerzas profesionales armadas y organizadas en vehículos blindados sin matrícula", incluyendo fotografías que muestran a varios hombres armados y en algunos casos enmascarados en al menos dos vehículos todoterreno, un camión y lo que parece un vehículo militar.
El incidente se desencadenó a primera hora de la mañana, cuando la policía kosovar descubrió dos camiones bloqueando la entrada al pueblo de Banjske, un municipio ubicado a una docena de kilómetros al noroeste de Mitrovica, la principal ciudad con población serbia en Kosovo, y a una distancia similar de la frontera serbia.
Al llegar refuerzos, unos desconocidos dispararon sobre la policía, matando a un agente e hiriendo a otros, entre ellos uno que tuvo que ser operado en el hospital, aunque su vida no corre peligro, informan las autoridades kosovares.
Los asaltantes se refugiaron en el cercano monasterio ortodoxo de Banjske, donde están siendo asediados por la policía kosovar, sin que se divise un pronto desenlace, según dijo el ministro de Comunidades regionales del gobierno de Kosovo, Nenad Rasic.
"La situación es dramática. La policía está llamando a los atacantes a rendirse a través de megáfonos, pero no hay respuesta de la otra parte", dijo Rasic al portal serbio Nova.
Los tiroteos continúan y de momento han causado la muerte a tres miembros del grupo asaltante, mientras que otros cuatro fueron capturados, según la policía kosovar.
Los detenidos tenían instrumentos de radiocomunicación y significativas cantidades de armamento y municiones, de acuerdo con este comunicado. Rasic dijo que las fuerzas de la OTAN en Kosovo, las KFOR, están sobre terreno y están tratando de mediar entre las dos partes y de apaciguar las tensiones.
Dijo que "nadie sabe por ahora quienes son los atacantes, excepto que se trata de un grupo bien armado y organizado".
La Iglesia Ortodoxa Serbia ha confirmado que un grupo armado con un blindado ha irrumpido en el terreno del monasterio y asegura que sacerdotes y fieles se hallan encerrados en el interior del santuario.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, ha condenado el "horrible ataque por parte de una banda armada contra policías", pero su comunicado fue criticado por la ministra de Exteriores kosovar, Donika Gërvalla-Schwarz, por no haber definido los hechos como un acto de terrorismo.