Morata y Griezmann sacan a relucir las carencias defensivas del Real Madrid en el derbi

El Atlético de Madrid ha vivido este domingo una de las noches más memorables de la historia del Cívitas Metropolitano tras ganar de manera solvente a sus principales rivales, el Real Madrid, con tres cabezazos prácticamente iguales. El tanto de Toni Kroos despertó un poco a los madridistas, los cuales se vieron dos tantos por debajo en el marcador en los primeros minutos del encuentro, pero a los pocos segundos de dar comienzo los segundos 45 minutos, el ariete exmadridista volvió a desatar la locura de un estadio abarrotado hasta los topes. En las gradas había ni más ni menos que 69.082 espectadores, récord histórico del estadio 'colchonero' tras la ampliación en verano.

El tanto de Kroos no sirvió para nada

El partido no se pudo poner más de cara para el Atlético de Madrid en los primeros minutos. Los del 'Cholo' comenzaron enchufadísimos ante un Real Madrid que aún no había salido de los vestuarios y, tan solo cuatro minutos después de que Alberola Rojas decretase el inicio del encuentro, el delantero de la Selección Álvaro Morata encendió el Cívitas Metropolitano. Samu Lino por el costado izquierdo puso un centro medido a la cabeza del '19', el cual ganó la espalda a Alaba, entró en carrera y, con un toque sutil, anotó el primer tanto. El exmadridista celebró con mucha efusividad ante su exequipo.

Esto no se iba a quedar aquí. Con el gol, los 'colchoneros' se crecieron, mientras que los jugadores madridistas no sabían todavía que estaban jugando un derbi madrileño, uno de los encuentros más importantes de la temporada marcado con una 'x' en el calendario. Las ofensivas de los locales no cesaron y el segundo tanto no tardó en llegar, un gol muy parecido al de Morata pero con diferentes protagonistas. En el 18', Saúl colgó un balón blandito al área, ningún defensa siguió al 'principito y este, completamente solo y con un giro de cuello extraordinario, ajustó el esférico cerca del palo izquierdo de la portería defendida por Kepa Arrizabalaga.

Una ventaja de dos tantos no era suficiente para Diego Pablo Simeone, por lo que las oportunidades no cesaron, sobre todo por una banda derecha que hacía aguas por completo ante los pobres minutos de Fran García en la primera mitad. Justo cuando parecía más cerca de llegar el tercero que el comienzo de la remontada, Toni Kroos sacó la varita de mago y demostró el por qué Carlo Ancelotti apostó por él a pesar de la cantidad de críticas que recibió por el planteamiento inicial. El '8' alemán en el minuto 35 recogió el esférico en el borde del área y tras un recorte propio de su calidad, reventó el esférico haciendo inútil la estirada de Oblak.

Este tanto despertó por completo a los 'blancos', que gozaron de unos minutos posteriores bastante notables. En uno de estos buenos momentos, se desató la polémica en el derbi por el gol anulado a Camavinga por fuera de juego posicional de Rüdiger en el centro, acción que el VAR tardó escasos segundos en confirmar pero que fue muy protestada por los jugadores madridistas, tanto que incluso Modric vio la amarilla. Además de esta polémica, los jugadores de Ancelotti reclamaron la tarjeta roja directa a 'Josema' Giménez por una falta sobre Rodrygo cuando este encaraba portería por banda izquierda, pero que Alberola Rojas solventó con una simple cartulina amarilla.

La segunda parte, un calco de la primera

Si la primera parte empezó con un ritmo frenético, la segunda fue incluso mejor. A los pocos segundos, otra vez Álvaro Morata anotó de cabeza para volver a poner los dos goles de diferencia en un tanto calcado a los dos primeros. Alaba volvió a 'comerse' la marca del delantero español y este volvió a empujar el esférico de cabeza en el área pequeña. El austriaco no fue consciente de su error y recriminó el gol encajado a su compañero Fran García, el cual poco más pudo hacer que ver como su compatriota se elevaba al olimpo del Metropolitano.

Al técnico italiano, como era evidente, no le estaba gustando para nada lo que estaba viendo en el terreno de juego, por lo que movió el banquillo en busca del tanto que acercase a los suyos en el marcador, eso sí, todos de corte defensivo. La entrada al descanso de Joselu dio otro aire al ataque madridista. En el 64' el canterano recibió en el área y cedió atrás a Rodrygo, que estrelló su disparo contra un zaguero. El rechace lo recibió el recién entrado Tchouaméni, que confió en su buen disparo de larga distancia, pero por muy poco no fue entre los tres palos.

La entrada al verde de Brahim Díaz fue como un soplo de aire fresco para el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti. El malagueño de 24 años fue el mejor de los visitantes en los escasos minutos que pudo disfrutar. Desequilibró, encaró, regateó y creó, pero él solo no era suficiente para desarticular la defensa numantina implantada por el argentino. Con ya todo decidido y con el Real Madrid desquiciado por la impotencia de no poder remontar, un Bellingham muy discreto durante todo el partido 'regaló' una entrada fea a Ángel Correa. Todo el banquillo 'colchonero' saltó como loco e incluso algunos futbolistas pidieron la cartulina roja para el inglés, pero el colegiado vio conforme la amarilla.

Los goles en 'Carrusel Deportivo'

• Gol de Morata (Atlético de Madrid 1 - Real Madrid 0) en el min. 4: El delantero de la Selección española adelantó al Atleti al poco de iniciar el encuentro con un tanto de cabeza en el que Alaba pierde por completo su marca.

• Gol de Griezmann (Atlético de Madrid 2 - Real Madrid 0) en el min. 18: El 'principito' cabeceó dentro del área completamente libre de marca para poner a su equipo dos tantos por delante.

• Gol de Kroos (Atlético de Madrid 2 - Real Madrid 1) en el min. 35: El centrocampista alemán sacó a relucir su calidad en la frontal del área. Tras un recorte escandaloso reventó el esférico para anotar a Oblak y creer en la remontada.

• Gol de Morata (Atlético de Madrid 3 - Real Madrid 1) en el min. 46: A los pocos segundos de que Alberola Rojas diese comienzo a la segunda mitad, Morata volvió a marcar de cabeza en un nuevo fallo defensivo del central austriaco.