"La norma que se ha retrasado salva vidas": el aviso de un ambientólogo después de que la UE haya dado más tiempo para reducir las emisiones contaminantes

Madrid

Los veintisiete países de la UE han decidido hoy rebajar las exigencias de reducción de emisiones de gases contaminantes a los vehículos y retrasan dos años la entrada en vigor de la normativa sobre emisiones para coches y furgonetas. Tal como reclamaban la industria automovilística y algunos Estados miembros, como Francia o Italia, la propuesta reduce las expectativas respecto a la idea inicial de la Comisión Europea, que planteaba que entrase en vigor a partir del 1 de julio de 2025 para los vehículos ligeros nuevos y el 1 de julio de 2027 para los pesados nuevos. La versión acordada representa la posición de los Gobiernos, aunque todavía deberá negociarse con la del Parlamento Europeo, que no la ha fijado aún, hasta llegar a una versión final. Para analizar las implicaciones de la propuesta para la lucha contra el cambio climático, contamos en Hora 25 con Andreu Escrivà, ambientólogo, Doctor en Biodiversidad por la Universidad de Valencia y autor del libro "Contra la sostenibilidad".

Andreu Escrivà empieza el análisis de manera contundente: "La norma que se ha retrasado es una norma que salva vidas". Aimar Bretos le preguntaba por cómo conjugar la salud de la gente con el mantenimiento de una industria, la automovilística, que da tantísimos puestos de trabajo: "Es complicado, pero es por nuestros pulmones. Hace unos días se sabía que el 98% de los europeos respiramos aire contaminado, que mueren casi 400.000 europeos al año por el aire contaminado. No estamos hablando de cosas abstractas, sino que estamos hablando de vidas, de hospitales, de enfermedades. Por tanto, la industria tiene que saber aceptar que una regulación y no presionar para limitar esos estándares".

Nos preguntábamos si la UE está trasladando demasiado la responsabilidad ecológica al ciudadano y dejando a las empresas que se vayan de rositas. Hemos querido ponernos en el lugar de una persona que haya leído esta tarde la noticia y nos hemos hecho la siguiente pregunta: ¿Qué puede pensar un oyente que nos esté escuchando ahora, que hace todo lo que se le pide desde las instituciones para ser un ciudadano medioambientalmente responsable y que ve cómo los gobiernos se muestran tan flexibles ante las presiones de la industria automovilística y tan estrictos con ellos? Andreu Escrivà respondía así: "Un oyente se tendría que sentir enfadado. Yo me siento enfadado y estafado. Tenemos un discurso en la Unión Europea que es verdad que es de los más avanzados del mundo en cuanto a cambio climático, en cuanto a contaminación y protección ambiental y, sin embargo, cuando viene una gran industria parece que todo son facilidades. Los ciudadanos perciben que ellos tienen la culpa y que recae sobre sus hombros el solucionar todo este enredo del medio ambiente. Mientras que los de siempre siguen ganando mucho dinero. Además, quien se esté pensando comprar un coche verá que están subiendo de precio por distintos factores. Con lo cual yo creo que la incomprensión es la reacción más lógica y lo que tenemos que hacer es reforzar las normas, reforzar las regulaciones igual que se hace con la seguridad de los coches. El aire de los coches en España mata diez veces más que los accidentes de tráfico. Pues si estamos regulando los cinturones de seguridad, regulemos también los tubos de escape".