Qué debería pasar cuando un camarero pregunta si la comida estaba buena: Berto y Buenafuente responden lo que tú has pensado cientos de veces
"El debate está sembrado"
Freír huevos y comer mentiras
Barcelona
La lucha entre la verdad y la mentira es la que da forma al mundo, pero hay un momento en el que se hace especialmente encarnizada y trascendente: cuando un camarero te pregunta si la comida que te ha servido estaba buena. En el último episodio de Nadie Sabe Nada, Andreu Buenafuente y Berto Romero se han atrevido a reflexionar sobre este asunto capital y han puesto sobre la mesa lo que cualquiera ha pensado cientos de veces.
Todo ha empezado, como siempre, en la urna. Pilar, de San Feliu de Guixols, ha puesto sobre la mesa la siguiente reflexión: "Cuando el camarero te pregunta mil veces si te ha gustado la comida. Si te ha gustado, le dirás que sí. Y si no te ha gustado, también le dirás que sí. ¿Para qué preguntan? No me preguntéis más y dejadme comer tranquila. Saludos desde la Costa Brava", había escrito la oyente.
Buenafuente ha recogido el guante y ha abierto el melón definitivamente con la pregunta "¿Hay que decir la verdad ante la pregunta de un camarero?". Berto ha reconocido que tendría que decirse la verdad, pero "a mí me cuesta; de entrada, a mí me sale la mentira". En el extremo opuesto se ha situado Andreu, que ha asegurado ser bastante franco con los camareros en ese trance, algo que Berto ha corroborado: "Yo te he visto hacerlo". No sabemos qué opinará @Soycamarero.
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En ese momento, Buenafuente ha recordado una anécdota que vivió precisamente junto a su compañero de programa. "¿Tú te acuerdas de lo que nos pasó en un restaurante especializado en huevos?", ha planteado el humorista, antes de rememorar que en una ocasión acudieron a un establecimiento ("ya ha cerrado", se ha encargado de puntualizar Berto) especializado en la cocina de ese producto y que la experiencia no fue todo lo satisfactoria que esperaban.
"Nos sirvió como unas cazuelitas, con unos huevos dentro... una ilusión que tienes... porque el huevo frito es un manjar. Entonces lo estábamos esperando con ansia y llegaron los huevos como si fueran imanes para la nevera", ha contado. Después de explayarse en detallar cómo llegaron exactamente, Buenafuente ha rematado con un contundente: "Una gran decepción".
El relato ha proseguido con el temido momento del camarero llegando para preguntar qué tal. "Yo le dije 'hombre, bien, no. Y el tío fingió interés. Es que si un establecimiento especializado en huevos, que se llama Huevos... no están bien los huevos...", ha recordado Buenafuente.
¿Ocurrió esto realmente?
Tras el relato de Buenafuente, Berto ha jugado con su mente y con la de los espectadores. "¿Quieres que te haga una película de Shyamalan mala?", le ha preguntado a su compañero, antes de plantearle que había contado mal su propia anécdota. "Es tu propia anécdota, y no es así. Cuando la contaste aquí la contaste bien, y ahora que las has vuelto a contar, la has contado mal", ha sostenido Berto, para estupefacción de Buenafuente.
Ante la resistencia de su compañero a creer lo que estaba diciendo, Berto se ha puesto insistente y ha lanzado un reto. "Ahí está la hemeroteca. Reto a los 'fanses' a que busquen el fragmento y verán cómo eran las patatas, porque tú le dijiste textualmente, que estaba yo delante que me caiga muerto, 'para ser un sitio especializado en huevos, las patatas tienen que estar bien también'".
Ante esta revelación, el público ha lanzado un "ohhh" que Berto, ya embalado, no ha dejado pasar. "Lo que detectan es que la anécdota real a lo mejor era peor que la anécdota que contaba él, porque le ha puesto sal, aceite y polvito de ajo a su recuerdo. Pero os voy a abrir los ojos. Esto es lo que está pasando en este programa, que os pensáis que decimos la verdad y entre mentirosos que somos y mayores que nos estamos haciendo y se nos olvidan las cosas, os estáis comiendo mentiras. Esto es una mierda".