"Sí, también hay buenas noticias"

Madrid

Es notable lo difícil que resulta hoy día prestar atención a las buenas noticias, como si estuviéramos tan acostumbrados a las malas que nada pudiera aliviar nuestro escepticismo. Una buena noticia ha sido el anuncio del Gobierno de presentar un anteproyecto de ley denominado de equidad, universalidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud. Seguramente la propuesta admite enmiendas y muchas mejoras, pero en principio es una buena noticia que se vaya a garantizar la universalidad del acceso a la sanidad pública. Un principio que venía establecido hace más de 40 años, pero que en la realidad ha ido minimizando. Buena noticia es el acceso a la salud bucal de menores de 14 años, mujeres embarazadas y enfermos de ciertos tipos de cáncer que exigen cuantiosos gastos reparadores. Buena noticia es, sobre todo, que se busque la manera de evitar que se descapitalicen en personal y medios los centros de salud y los hospitales públicos en beneficios de centros y hospitales privados. Es decir, que se obligue a las comunidades autónomas a limitar el número de derivaciones de enfermos de un lugar a otro, de la pública a la privada. En fin, buena noticia es que se procure la equidad y la cohesión de la sanidad pública. ¿Cómo es posible que no se valore este intento? Quizás, y antes que nada, porque los primeros críticos eran los propios miembros de la coalición gubernamental, Podemos no ha tardado ni cinco minutos en poner en duda la eficacia de una propuesta que se supone que es de su propio gobierno. En fin. Y después, porque no es posible presentar un anuncio que se supone importante con menos ánimo que el que desplegaron la ministra portavoz y la ministra de Sanidad, que serán muy competentes en otros cometidos, pero que tienen nula capacidad de comunicación política, no encuentran la forma.