Eulalia Ramón: "Cuando llegué a Madrid pensé que todas las productoras eran del Partido Comunista"

Madrid

Eulalia Ramón, la Gataparda que nos ha acompañado en esta madrugada dedicada a Carlos Saura, es una grandísima apasionada de la fotografía y una de las estampas que guarda con más cariño es la de su tatarabuelo, uno de los fundadores de Matutano: "Tenemos en casa una foto de la fábrica con todos los trabajadores. Es una pena porque se separó y perdí la posibilidad de ser una rica heredera, que es lo que siempre he soñado", ha contado entre risas.

Uno de los primeros trabajos que tuvo Eulalia fue de figurante. Se apuntó a una agencia y le salieron muchos anuncios: de zumos de limón, de magdalenas e incluso llegó a ser burbuja Freixenet: "Estoy muy orgullosa de ese anuncio y el rodaje fue impresionante porque fui burbuja acrobática". Mientras hacía sus primeros pinitos en el mundo de la actuación trabajó en una gestoría haciendo plusvalías, un trauma que le quedó para toda la vida: "Sentí que no podía estar toda la vida entrando por esa puerta y sentándome en esa silla, así que dije en casa que lo dejaba y que iba a probar a hacer lo que me gustaba". Se fue a Madrid y llamó a la puerta de las productoras más punteras de la época, entre ellas la de Berlanga: "Me acuerdo que llamé a mi madre desde una cabina y le dije que me sorprendía que todas eran del Partido Comunista, fíjate qué ingenuidad tenía entonces. Eran las siglas de producciones cinematográficas".

"Llévame a cuando conoces a Carlos Saura", le ha dicho Mara Torres. Y, casualidades de la vida, dos amantes del cine y la fotografía se conocieron en el rodaje de la película Dispara: "Tuvimos una conexión muy grande, creo que lo que nos unió fue el espíritu de libertad de ambos. En los 30 años de relación jamás he perdido mi independencia y él tampoco". Saura falleció en febrero, justo un día antes de recibir el Goya de Honor: "El siempre tenía muy claro cuál iba a ser el final cut de sus películas, el corte final, y yo creo que él quería terminar su vida ese día y así lo hizo. Él siempre renegaba de ese premio porque decía que solo se lo daban a moribundos", ha contado Eulalia Ramón para terminar haciendo un símil de los últimos días de Saura con el guion de Goya en Burdeos. "En esa película reflexionaba mucho sobre la muerte, sobre el final de la vida y ha tenido una muerte parecida: haciendo muchas cosas y rodeado de arte"