Esa España en la que solo caben ellos

El día de ayer, que era un día puente entre la votación de investidura del miércoles y la de hoy, se puede describir en dos imágenes que nos dan una idea del momento político que vivimos. La primera, con un final que era el único posible: la dimisión de su protagonista, un concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, Daniel Viondi se llama, que ayer en el pleno municipal se acercó al alcalde, José Luis Martínez Almeida, y le dio unas palmadas en la cara. La reacción del PSOE fue inmediata, condenó el hecho, pidió disculpas al alcalde y pidió al concejal que dejara el acta de manera inmediata, cosa que hizo. Rápida reacción ante un comportamiento inadmisible.

La otra imagen tiene otro final, el final de que no pasa nada. Ayer, por primera vez, se iban a encontrar en un acto la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández, de Vox y que llegó a tan alto cargo gracias a los acuerdos que el PP tiene con la ultraderecha en esa comunidad. De la presidenta de las cortes aragonesas supimos cuando la nombraron que es una negacionista de muchas cosas, entre ellas de la violencia machista, y supimos también que había llegado a decir de Montero que "solo sabe arrodillarse para medrar".

Ayer Marta Fernández presidía el comité de bienvenida a la ministra en un acto organizado en Zaragoza con motivo de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, y la presidenta de las Cortes la recibió con las manos en la espalda para no tener que dárselas a la ministra y rehusó la mano de la secretaria de estado cuando está se la tendió. Esto es lo que pasa cuando se pone al frente de las instituciones a personajes que niegan la existencia de una España que sea como la que ellos quieren, esa España en la que solo caben ellos.

El problema es que Marta Fernández se olvida de su deber institucional y de que su cargo está por encima de su partido. Pero el problema está también en que el Partido Popular les normalice. Son sus acuerdos con Vox los que permiten episodios como estos, por eso cuesta creer a Alberto Núñez Feijóo cuando habla de igualdad entre los españoles, porque sus socios de coalición en ayuntamientos y autonomías niegan la igualdad más básica entre los ciudadanos, porque entiendo que cuando Feijóo habla de igualdad entre los españoles no solo está pensando en la igualdad territorial, y sus socios niegan la igualdad, como hemos visto, desde las instituciones, sin que haya ninguna condena por su parte.