Éxodo en Nagorno Karabaj: "Una tragedia a la altura del genocidio de 1915"
El embajador de Armenia en España, Sos Avetisyan, lamenta los ataques a la población de este enclave de mayoría armenia en Azerbaiyán
Exilio armenio
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Nagorno Karabaj sufre un éxodo masivo que dentro de poco vaciará este enclave de armenios. Más de la mitad de los armenios que residían allí han huido para refugiarse en Armenia. Quienes se queden podrían enfrentarse a una limpieza étnica por parte de Azerbaiyán, que ha dicho que quiere integrarlos como ciudadanos de igual a igual después de haber tomado el control del territorio.
El embajador de Armenia en España, Sos Avetisyan, habla de “una tragedia nacional” a la altura del genocidio de 1915 en el Imperio Otomano. “Capturan a los líderes de la comunidad y los llevan a Bakú, y luego atacan a la población de Nagorno Karabaj, y son los niños, los viejos y las mujeres quienes tienen que salir de allí”.
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Tras perder la guerra de 2020, los pacificadores rusos tenían el papel de controlar el corredor de Lachín y proteger a la población que se mantuvo en el territorio, pero “jugaron a favor de Azerbaiyán”, critica Avetisyan. “Hace un año que se produjo el bloqueo ilegal del corredor de Lachín por parte de los azeríes. Los pacificadores de Rusia no cumplieron su rol y Azerbaiyán nunca había escondido su intención de hacer una limpieza étnica”.
En ese contexto, el embajador lamenta la falta de previsión ante la dura operación lanzada por Azerbaiyán para recuperar el territorio. “Fue muy duro, han usado todo el armamento posible, atacando también objetivos civiles”, dice, incluso hospitales y guarderías. Todo ello después de “hacerles la vida imposible” con un bloqueo que los abocaba al hambre.
Décadas de conflicto por Nagorno Karabaj
Esta región del Cáucaso sur que tiene un gran peso sentimental para los armenios, según el embajador, porque representa para ellos “la idea nacional”, enfrenta desde hace décadas a Azerbaiyán y Armenia en un conflicto que “se está resolviendo en días a costa del dolor de las familias armenias”, como ha lamentado el propio primer ministro de este país.
Cada vez que hubo un cambio político en la antigua Unión Soviética, en el año 45, en el 65 o en el 77, los armenios de Nagorno Karabaj enviaban cartas y pedidos al Kremlin exigiendo que la región fuera o bien parte de la Unión Soviética, que fuera independiente o, en todo caso, que fuera de Armenia. Pero nunca recibieron respuesta, hasta que la perestroika de Gorbachov les permitió a los armenios organizarse.
Entonces pidieron a Moscú que Nagorno Karabaj fuera parte de Armenia, porque para entonces era un territorio poblado mayormente por armenios dentro de Azerbaiyán. De sus 140.000 habitantes, 120.000 son de origen armenio. Los armenios son cristianos, los azeríes, musulmanes. Los armenios hablan un dialecto ruso mientras que los azeríes hablan una versión del turco. Como nadie tomaba una decisión. La violencia y la atención se instalaron en la zona con conatos de referéndum de independencia de Karabaj boicoteados por Azerbaiyán.
Ha habido dos guerras entre aceríes y armenios. La primera la ganó Armenia, y dejó 30.000 muertos. El éxodo que vemos ahora, ya ocurrió entonces a principios de los 90. Como explica una vecina del enclave, los aceríes y los armenios “se repelen, son como el agua y el aceite” y es imposible que puedan convivir.
La segunda guerra se saldó con un alto al fuego victorioso para Azerbaiyán. Los aceríes tenían el apoyo de Turquía, los armenios, de Rusia y los nacionalismos se fueron exacerbando desde que se produjo el primer genocidio armenio en el año 1915. Centenares de miles de armenios acusados de complot con el enemigo ruso fueron deportados por el Gobierno turco durante la Primera Guerra Mundial. Se confiscaron sus bienes y un buen número de ellos resultaron muertos, según los armenios, 1,5 millones de personas.
Ahora, el enclave que tantos muertos ha dejado desaparece del mapa, con los líderes de la autoproclamada república anunciando su disolución y la mayoría de sus ocupantes volviendo a Armenia.
Éxodo masivo improvisado
La huida de la población ha sido repentina e imprevista, lo que ha dejado una situación caótica en el terreno. Acción Contra el Hambre es una de las organizaciones que está recibiendo a los más de 80.000 refugiados que ya han llegado a Armenia. Su responsable de los programas en Oriente Medio y el Cáucaso Sur, Chiara Saccardi, asegura que “la ruta está muy congestionada” y la zona limítrofe “saturada”.
Llegan familias enteras, algunas separadas y que todavía no han podido reunirse, por lo que a las organizaciones humanitarias les preocupan los menores que se han quedado solos. “La comunidad humanitaria ha empezado a coordinarse y llevar la ayuda”, explica Saccardi, liderando la respuesta junto al Gobierno armenio, aunque la zona carecía de una red de organizaciones extensa. Ahora se centran en proporcionar servicios básicos con la vista puesta en la llegada del invierno.
La población expulsada llega a Armenia con necesidad de ayuda psicológica, alimentaria y de vivienda, por dejar atrás treinta años de vida. El embajador de Armenia asegura que su país va a prestar toda la ayuda posible a estas familias cuyas vidas “están perdidas, con un trauma para los años que vienen”.
La cesión del territorio de Nagorno Karabaj a Azerbaiyán, lejos de anticipar la paz en la región podría exacerbar las tensiones. La postura de Armenia es la defensa de un acuerdo de paz duradero y la búsqueda de una vía pacífica de convivencia, según Sos Avetisyan, pero para eso, dice, Azerbaiyán debe ser castigado por los hechos cometidos. “El apetito que ellos tienen, tanto con el apoyo de Turquía como con los acuerdos silenciosos con Rusia, podrían afectar mucho a la región”, alerta el embajador.