"Sabía que iba a pasar algo": la inesperada anécdota de Marwán en un aeropuerto que casi acaba en tragedia

Madrid

Quizás no sea el programa más apropiado para un cantante por motivos obvios. Arruinar la voz de grandes artistas como Fran Perea o Santero y los Muchachos. Esta vez se la ha jugado Marwán, el artista madrileño que, para conmemorar su 20 aniversario en la música, ha creado un disco titulado 'Canciones para una urgencia' con sus mayores éxitos con grandes colaboraciones. Un título más que apropiado para utilizar ante las ochos patatas picantes de Raúl Pérez.

Él mismo ha afirmado, entre risas: "Apenas tengo canciones de amor. Son solo el 95%". No obstante, ha confesado que en sus conciertos procura no caer, al menos todo el tiempo, en un ambiente triste y de recogimiento: "Ya no toco la guitarra y tengo el micro en la mano. Eso me ha hecho cambiar como artista. Me encanta meter humor entre canciones, hacer el payaso o bailar. La gente que viene a verme por primera vez no se lo espera".

¿Un cantautor que no toca la guitarra en sus conciertos? Tiene una explicación al otro lado del charco, en Nueva York: "Los bikers van muy locos allí y hay muchos. Salía de una tienda de guitarras y uno venía en dirección contraria. No lo vi y me atropelló. Al caer me hice una fractura fea en el brazo". Tras meses de recuperación, ha afirmado que ha perdido un 30% de movilidad. Aunque puede tocar la guitarra, ha admitido que prefiere no hacerlo, al menos de momento.

Una de las facetas de Marwán es especialmente curiosa: su afición por lo esotérico y la numerología. Aunque entre risas ha confesado que se le puede tomar por loco, ha contado: "A veces me pasan eventos físicos que luego que me ayudan a tomar decisiones. Son como un aviso", ha narrado. Como ejemplo ha contado una anécdota en un aeropuerto que pudo acabar mal: "Estábamos mi técnico de sonido y yo en el aeropuerto de Tenerife porque íbamos a coger un avión. De repente comenzó a sonar la alarma de la puerta de embarque sin parar".

Ante tal suceso, el artista se dirigió a su técnico y le dijo: "En este vuelo va a pasar algo". Ya sea una predicción o no, en ese vuelo y en el asiento de al lado un hombre sufrió una parada cardiorrespiratoria: "Tuve que reanimarlo porque sé cómo hacerlo. Sé que es muy loco pero sabía que iba a pasar". No le sirvió de la misma forma con el reto de A las Bravas, pues tras las ocho patatas picantes, admitió que sí se sufre.

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