Es la imagen de la temporada y el porqué el derbi vasco es el mejor del mundo

Real Sociedad y Athletic disputaron un precioso derbi este sábado en el que los locales impusieron su pegada ante un Athletic más aguerrido que preciso. Le Normand adelantó a los donostiarra y Kubo dio un golpe al partido con su excelsa calidad -vamos tarde en considerar al nipón como uno de los mejores jugadores que tenemos en nuestra competición-. Cerró la contienda Mikel Oyarzabal, el capitán al que tanto ha echado de menos la Real y que parece haber vuelto a su mejor estado forma para felicidad de los suyos.

El Athletic llegó y creó, por momentos más que los ganadores, pero no encontraron la efectividad, especialmente en los pies de Guruzeta e Iñaki Williams que no concretaron tres claras ocasiones, todas ellas provenientes de su flanco izquierdo. En la segunda parte pudo recortar distancias y meter a los suyos en el partido Munian, pero perdió la partida ante Remiro en un mano a mano.

Sin embargo, lo más destacado del encuentro para muchos no fue lo visto sobre el verde, sino lo vivido en la grada. Una vez más, las aficiones de Real Sociedad y Athletic Club dieron ejemplo de cómo se debe sentir el fútbol, o mejor dicho, de cómo se disfruta este deporte en su máxima expresión. Colegueo, compadreo, en definitiva buen rollo fue lo predominante en las preciosas gradas multicolor del Reale Arena. La mejor imagen de todas aconteció tras el 3-0 de los de Alguacil, cuando la afición blanquiazul comenzó a saltar abrazada de espaldas al campo. La estampa era poderosa por sí misma, pero la hizo eterna un aficionado del Athletic, que aguantaba el 'chaparrón' entre la felicidad rival. Sonriente, amistoso, compareció de pies, con los brazos cruzados, mientras sus rivales -y amigos- celebraban su momento. Es sin duda una de las imágenes de la temporada, sino la mejor, y es, en definitiva, un ejemplo de esos que tanta falta hacen a los niños pequeños en este deporte que tanto amamos. Sobre todo cuando es como en el derbi vasco.