Manuel Jabois: "Estuve dos años escribiendo de una ruptura y, al acabar, la ruptura me atropelló a mí"

Madrid

"En el amor hay una forma de hablar, una forma de mirarse y una forma de follar, y siempre muere antes la primera, la forma de hablar, quizá porque es la que menos se nota, y eso permite a los amantes seguir caminando aún muertos". Cuando Aimar Bretos le ha leído a Manuel Jabois un fragmento de su última novela, Manuel ha escuchado atentamente. Era la primera vez que escuchaba su texto con la voz de otra persona. "El que escribió eso es un cabrón", dice Jabois que publica este jueves 'Mirafiori' (Editorial Alfaguara), una novela sobre la supervivencia de las parejas, el miedo a perderse y el poso que deja una relación. Dinamita emocional. "No estoy preparado, ni lo estaré en muchos años para volver a leer este libro", reconoce Jabois.

La ruptura

La novela tendría que haber salido en mayo, pero un contratiempo vital paralizó la escritura. Jabois llevaba dos años escribiendo sobre una ruptura y, de repente, la ruptura, su ruptura, le atropelló a él. "Escribí el final de la novela en Italia, en un viaje reservado para dos, pero al que al final fui yo solo. Estaba en una costa romántica, rodeado de parejas casadas o a punto de casarse". Ahí escribió el final, fue en Italia donde brotaron emociones como plantas que no esperaba. Así terminó la novela, que envió a su editora, Carme Riera. Eran tres mil palabras, un "vómito final", en palabras de Jabois. Ella le contestó "MA". Él no entendió. Poco después, llegó otro SMS. "RA". Hasta que, sílaba a sílaba, completó su respuesta: "Maravilloso".

Jabois, que se quitó de Whatsapp, asume que le esperan días de mucho SMS felicitándole por su novela. Son los mensajes que le llegan de su círculo más cercano, porque las novelas no tienen la onda expansiva que tiene una columna: "Tú cuando escribes en tu periódico, le das a enviar y a los cinco minutos tienes a la gente diciéndote que eres un genio o un hijo de puta. Y te satisface porque hay gente que está respondiendo a tu trabajo. Cuando escribes una novela, no hay gente respondiendo a tu trabajo".

Aunque cree que la mejor definición del amor se la dio Michel, Jabois tiene una propia que es impecable: "El amor es fabricar la confianza en la que se puede contar todo". Por eso, varias de sus mejores amigas son su ex porque, probablemente, "se conoce mejor a un ex que a una pareja, porque lo conoces despojado ya del elemento fantasmagórico en el que estamos sumergidos durante una relación".

La paternidad

Los protagonistas de la novela son una pareja que se enamoran cuando son adolescentes. Cuando todavía no saben en qué persona se van a convertir, cuando no saben que ella será una actriz de éxito y él un hombre despechado. Se conocen en los años en los que nunca perdían o empataban. Eran los años en los que "solo arriesgaban y ganaban", dice Jabois. Con 45 ya cumplidos, el escritor gallego tiene clarísimo cuál ha sido la gran victoria de su vida. Es su hijo Manuel, un chaval al que lleva toda su vida tratándole como si tuviera once años, haciéndole bromas o comentarios que el niño no entendía. Ahora, que tiene once años, son inseparables. Y las bromas, por fin, ya se las hace el hijo al padre.