El parlamento de Armenia admite la jurisdicción de la Corte Penal Internacional y enfría su relación con Rusia

El partido gobernante en Armenia ha logrado sacar adelante la ratificación del Estatuto de Roma en la Asamblea Nacional, lo que en la práctica implica que acepta la jurisdicción de la Corte Penal Internacional. Es un movimiento con consecuencias geopolíticas, ya que Armenia por tanto asume la orden de arresto internacional emitida por ese tribunal contra Vladimir Putin y si el presidente ruso visitara el país, del que Rusia ha sido tradicional aliada, debería ser arrestado.

El gobierno armenio ha llegado a apuntar a la responsabilidad de Rusia en la pérdida definitiva de Nagorno Karabaj y Moscú ha avisado ya en estos días de que la ratificación del Estatuto de Roma sería considerada por el gobierno de Putin como un gesto hostil de Armenia.

La decisión ha venido precedida de un tenso debate en el que diputados de la oposición se han ido del parlamento ya que consideran que no se puede firmar la ratificación sin la inclusión de enmiendas constitucionales. Y también llega días después de las protestas populares en Ereván contra el primer ministro, al que buena parte de la población acusa de la pérdida del territorio ahora en manos azeríes y del exilio de casi la totalidad de la población que residía allí.

En la mañana de este martes, además, Cruz Roja describe la imagen en Nagorno Karabaj como "surrealista" después de recorrer ciudades que han quedado totalmente desiertas, empezando por la propia capital del territorio, Stepanakert, en la que vivían 55.000 personas antes de la ofensiva militar de Azerbaiyán.

Reacción de Rusia

Horas después de la votación en la Asamblea Nacional de Armenia, Rusia ha reconocido su descontento por la decisión tomada por los diputados en Ereván, que califica de "incorrecta". "No es el tipo de decisiones que uno espera de un aliado", ha dicho Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin en respuestas a los periodistas.

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Peskov no ha anticipado mayores represalias por el momento contra Armenia y se ha limitado a añadir que espera que Vladimir Putin no se vea en la tesitura de tener que rechazar la posibilidad de visitar Ereván por si fuera arrestado.

La relación entre Rusia y Armenia lleva meses deteriorándose a pesar de que Moscú ha sido el garante militar de la presencia armenia en Nagorno Karabaj. Desde el inicio de la guerra de Ucrania, Rusia ha mostrado una sintonía creciente con Turquía, país que a su vez es el principal aliado de Azerbaiyán, un movimiento por tanto que encendió las alarmas en Ereván.

La primera dama de Armenia visitó Ucrania el pasado mes de septiembre en un gesto simbólico y además ese país ha enviado ayuda a Kiev por primera vez desde el inicio de la guerra. Anna Akobyan llegó a reunirse con Zelenski y con las primeras damas de países occidentales aliados de Ucrania como Lituania o la República Checa.

Mensaje a Occidente y a Azerbaiyán

El gobierno armenio busca además con la votación de hoy en su parlamento un acercamiento a Occidente. Estados Unidos o la Unión Europea han mostrado su respaldo a los armenios que han huido de Nagorno Karabaj y han prometido ayuda humanitaria, pero muchos países comunitarios necesitan los oleoductos que transportan petróleo y gas por Azerbaiyán.

Este movimiento también puede facilitar que Armenia denuncie al presidente de Azerbaiyán ante la justicia internacional ya que Ereván considera que este país está desarrollando un proceso de limpieza étnica para que no queden armenios en Nagorno Karabaj.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha hablado este martes por teléfono con el primer ministro armenio y le ha confirmado que va a enviar a Ereván al comisario de Gestión de Crisis para que analice la situación sobre el terreno. La Unión ha prometido ayuda por valor de más de 5 millones de euros y va a ejercer de mediadora en las conversaciones que se espera que los dirigentes de Armenia y Azerbaiyán tengan esta semana en la cumbre que se celebra en Granada.