¿Nadie se dio cuenta de que los locales seguían abiertos?

La tragedia de Murcia tiene en primer lugar un componente de terrible dolor de los familiares de las víctimas que, tras el calvario y la angustia hasta que supieron que uno de los suyos estaba entre los muertos, tienen que soportar ahora un larguísimo proceso de identificación, lo que les recuerda una y otra vez lo que debieron sufrir los que quedaron atrapados entre las llamas. El dolor no tiene antídoto, la pregunta de por qué a ellos, por qué decidieron ir allí y no a otro lugar, va a resonar durante mucho tiempo en sus cabezas. El sentimiento de culpabilidad de los que lograron salir porque dejaron a amigos y familia dentro. Todo esto es terrible.

Pero imaginen si a todo ello le sumamos el hecho de que ayer los responsables y ex responsables del Ayuntamiento de Murcia salieron a decir que las discotecas tenían una orden de cierre desde enero de 2022, o que el propietario argumentara que no puede mostrar la licencia porque se quemó en el incendio. ¿Se imaginan esto? Pues esto es lo que pasó ayer. Comparecencia del actual responsable de urbanismo del ayuntamiento junto al ex responsable, porque el cambio de gobierno se produjo justo antes del verano. Le cuentan a la prensa que en enero de 2022 se dictó una orden de cese de la actividad de los locales y que, tras un recurso infructuoso de la empresa hace un año, en octubre de 2022 se dictó una orden de ejecución de cierre.

Pero, sorprendentemente, los locales han seguido funcionando, publicitándose en todas partes y siendo escenario de algunos conflictos que han requerido de la presencia policial. Y, aun así, nadie se dio cuenta de que los locales seguían abiertos y a la pregunta, ayer de una periodista, de por qué no se ejecutó esta orden de cierre, la respuesta fue "ese es el tema", ese es el tema. O sea que el tema es que los responsables de urbanismo no saben cómo siguieron abiertos unos locales que no es que trabajaran en una actividad clandestina, sino que ocupaban una manzana entera de un polígono industrial, donde los fines de semana había aglomeración de coches, que se publicitaba por todas partes, y aun así dicen que es imposible tener constancia de si un local está abierto o no, aunque exista una orden de cierre.

¿En serio? La desolación de los familiares y amigos de las víctimas exige una explicación que se sostenga y debe ir acompaña de la asunción de responsabilidades por parte de quien sea, sin mirar hacia otro lado. ¿No creen que los 13 muertos se lo merecen?