El cambio climático está exterminando a la mitad de los anfibios
La emergencia climática provocará la desaparición de dos de cada cinco anfibios que viven ahora en la Tierra, según un reciente estudio publicado en la revista 'Nature'
Madrid
Calor extremo, incendios forestales gigantescos, más huracanes y sequías... La emergencia climática provocará la desaparición de dos de cada cinco anfibios, que viven ahora en la Tierra. Esta es la voz de alarma que acaba de lanzar un equipo internacional, formado por más de 100 investigadores, y que publican en la revista Nature la mayor investigación realizada hasta ahora sobre el impacto del recalentamiento, sin precedentes, de la Tierra sobre este tipo de animales.
Además, este grupo internacional también advierte que el cambio climático ya está provocando la extinción de una quinta parte de los mamíferos, el 20% de los reptiles y el 12% de las aves.
La nueva evaluación mundial de anfibios ha sido impulsada por la UICN, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y señala al cambio climático como una de las mayores amenazas para los anfibios: ranas, sapos o salamandras.
Esta investigación, que se publica hoy en Nature, analiza los datos de las últimas dos décadas recabados en todo el mundo y mantiene la destrucción de hábitats y las enfermedades emergentes, dos efectos potenciados por el cambio climático, como las causas principales del declive de las poblaciones de estas especies.
Este equipo de investigación, que ha contado con los datos de más de 1.000 expertos de todo el mundo, ha analizado el riesgo de extinción de más de 8.000 especies de anfibios y, de ellas 2.286 han sido evaluadas por primera vez.
Y esta es su dura conclusión: dos de cada cinco anfibios podrían desaparecer.
Peor pronóstico
Este enorme trabajo supone una actualización de la evaluación que la UICN hizo en 2004 y que ya reveló la acelerada extinción a la que estaba afectando a los anfibios en todo nuestro planeta.
Hoy, según los nuevos datos recabados, casi el 41% de todas las especies de anfibios que han sido evaluadas son vulnerables, están en peligro o en peligro crítico de extinción.
Esta cifra contrasta con el 26,5% de los mamíferos, el 21,4% de los reptiles y el 12,9% de las aves.
Entre 2004 y 2022, algunos factores críticos han acercado peligrosamente a la extinción a más de 300 anfibios. El cambio climático fue la principal amenaza para el 39% de estas especies y se espera que esta cifra aumente a medida que se disponga de mejores datos y proyecciones sobre las respuestas de un grupo de especies particularmente sensible a los cambios ambientales en su entorno.
De hecho, la destrucción y degradación del hábitat exacerbada por los efectos del cambio climático, afecta al 93% del total de especies de anfibios amenazadas y demuestra que la ampliación de zonas protegidas y de corredores ambientales que conecten los hábitats seguirá siendo fundamental.
“A medida que el ser humano impulsa cambios en el clima y reduce la disponibilidad de hábitats donde pueden vivir, se reducen las posibilidades para sobrevivir de los anfibios, ya que no pueden escapar al incremento de la frecuencia e intensidad del calor extremo, los incendios forestales, las sequías y los huracanes inducidos por el cambio climático", afirma Jennifer Luedtke Swandby, coordinadora en la UICN y una de las autoras principales del artículo.
"Nuestro estudio demuestra que no podemos seguir subestimando estas amenazas. Proteger y restaurar las selvas y bosques es fundamental no sólo para salvaguardar la biodiversidad, sino también para hacer frente al cambio climático”, subraya.
Ya se han extinguido
Se ha documentado la extinción de cuatro especies de anfibios desde 2004: el sapo arlequín de Chiriquí de Costa Rica; la rana diurna de hocico afilado de Australia; la rana, Craugastor myllomyllon, y la falsa salamandra de arroyo de Jalpa, ambas de Guatemala.
Otras 27 especies calificadas en peligro crítico se consideran ahora posiblemente extintas, lo que eleva el total a más de 160.
Esta evaluación también constató que 120 especies mejoraron su situación en la Lista Roja desde 1980. Más de la mitad de este grupo, 63 especies, aumentaron sus poblaciones gracias a las medidas de conservación, protección y gestión de hábitats que se han desarrollado en este tiempo.
A la desaparición de hábitats se suma la enfermedad causada por el hongo quítrido, el “ Batrachochytrium dendrobatidis”, que ya ha borrado del planeta a numerosas especies de anfibios. “La mayor frecuencia de sequías severas y tormentas tropicales que provoca el cambio climático, aumenta significativamente la vulnerabilidad de los anfibios ante el hongo quítrido”, explica la investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) Patricia A. Burrowes.
No es demasiado tarde
Este estudio es primordial para ayudar a elaborar un plan de acción de conservación, priorizar las acciones de conservación mundiales, buscar recursos adicionales e influir en las políticas que puedan ayudar a invertir la tendencia negativa para los anfibios.
"Los anfibios están desapareciendo más rápido de lo que podemos estudiarlos, pero la lista de razones para protegerlos es larga e incluye su papel en la medicina, el control de plagas, su capacidad para alertarnos sobre las condiciones ambientales, así como mejorar la salud de los ecosistemas y hacer del planeta un lugar más hermoso", asegura Kelsey Neam, una de las autoras principales del artículo.
El estudio concluye, además, que tres de cada cinco especies de salamandras están amenazadas de extinción lo que las convierte en el grupo de anfibios más amenazado.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente....