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Incertidumbre sin precedentes en el Congreso de EEUU: las claves de una rebelión interna que puede provocar el bloqueo

Ocho diputados republicanos, los más afines a Trump, decidieron presentar una moción para expulsar al presidente del Congreso y abren un escenario totalmente desconocido en la historia del país

El que fuera presidente de la Camara de Representantes de Estados Unidos Kevin McCarthy, después de ser depuesto de su cargo por su propia bancada / JIM LO SCALZO (EFE)

Madrid

Tras la destitución este martes del presidente de la cámara de representantes, Kevin McCarthy, el presidente interino que le ha relevado no tiene poderes para presentar leyes ni aprobar presupuestos y el gobierno no tiene fondos aprobados para mantenerse en funcionamiento más allá de este mes.

La moción de echarle del cargo la presentó un parlamentario de su propia bancada, porque Kevin McCarthy pertenece al Partido Republicano. Matt Gaetz es representante de esta formación por Florida y una moción que apenas tenía el apoyo del ala dura del partido con ocho parlamentarios, ha terminado saliendo adelante. Todos los demócratas votaron a favor de echar a McCarthy, quien ya ha dicho que no se va a volver a postular para el puesto. En su momento, necesitó 15 votaciones para salir elegido.

El representante republicano Patrick McHenry, ahora presidente interino, ha señalado que la Cámara hará un receso hasta la próxima semana, para decidir qué camino seguir, porque no tiene un sucesor claro que lidere a la ajustada mayoría republicana.

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McHenry, republicano de Carolina del Norte, fue elegido de una lista que el presidente debe mantener, y que incluye a miembros que puedan ocupar este puesto en caso de que se quede vacante. McCarthy entregó esta lista de carácter privado al secretario de la Cámara en enero, cuando fue elegido presidente por primera vez. La estancia de McHenry como interino puede prolongarse hasta el 2025, pero no podrá ostentar todos los poderes de un presidente elegido por el pleno, sino solo los que sean necesarios y apropiados con el fin de elegir al sustituto de acuerdo con las reglas del cargo. McHenry no podrá llevar leyes al pleno para que se aprueben, y tampoco podrá retirarlas. No podrá emitir citaciones, ni aprobar asunto oficial alguno que requiera la aprobación del presidente.

¿Y qué pasa con los asuntos pendientes?

Todas las medidas pendientes de aprobarse quedan, de momento, en el aire. Sin embargo, a la vuelta de la esquina está una fecha muy importante. El gobierno cerrará a mediados de noviembre, tras la expiración de una medida de financiación temporal que el congreso aprobó durante el fin de semana. Si la Cámara no aprueba los 12 proyectos de ley de gasto de un año de duración y otro proyecto de ley de financiación provisional, el gobierno cerrará.

Por el momento, tienen una semana de receso y el próximo martes por la noche habrá una reunión para una posible votación en torno a la elección del nuevo presidente, que será la primera orden del día de McHenry.

Con McCarthy fuera de la carrera, se habla de Kevin Hern, presidente del comité de Estudio Republicano, y de Jim Jordan, presidente del comité Judicial del congreso y uno de los favoritos del ala más conservadora del partido. Una vez que los republicanos decidan quién es su candidato, la Cámara de Representantes tendrá que votar tantas veces como sea necesario para que un candidato reciba la mayoría de los votos.

Los demócratas, que han sido el pepito grito en esta guerra republicana, también quieren aprovechar la coyuntura para postular al líder de la minoría Hakeem Jeffries, demócrata por Nueva York, aunque su posicionamiento es poco probable. Aunque los republicanos estén divididos, están lejos de votar a un demócrata para el cargo.

Victoria García

En la SER, desde hace casi tres décadas, con...