Sólo uno de cada cuatro profesores se declara ilusionado con su trabajo: el 38% lo vive con indiferencia

Madrid

Avelina, profesora de Geografía e Historia en secundaria, resume bien la situación: "Entre la autoexigencia que tenemos los profesores, lo que nos piden en el colegio, las nuevas leyes, las familias los alumnos, que cada vez nos demandan más apoyo emocional... Es mucha exigencia para los pocos recursos de los que nos dotan". Ella se declara "agobiada" y dice que si volviera a empezar se pensaría lo de repetir como docente.

Sólo uno de cada cuatro profesores se siente ilusionado con su trabajo la mayoría, un 38%, lo vive con distancia e indiferencia, hace 20 años era sólo el 2%, según datos revelados por la Fundación SM realizado a partir de encuestas a docentes de España, Brasil, Chile y Méjico. No son los únicos datos que reflejan el desánimo de los profesores españoles: un 33% ha sentido apatía, un 37% cansancio y el 39 depresión. "Los efectos de la pandemia sobre el alumnado, que otros muchos informes apuntan a que ha aumentado el malestar emocional de alumnos y alumnas, se ha convertido en una fuente de estrés para los profesores", apunta Ariana Pérez responsable del estudio. La implantación de la nueva ley o el tener que atender a alumnos con pocos recursos son otras fuentes de estrés y frustración.

Este desánimo afecta a a la calidad de la docencia, subraya Mayte Ortiz, directora de la Fundación SM: "Si pensamos que el profesorado es la pieza clave para logras la transformación personal y social a través de la cultura y la educación y contamos con un profesorado agotado difícilmente va a poder responder a mucho más de lo que se le pide en el currículo. Y ya sabemos que la profesión no terma sólo en los contenidos que marca una ley".

Hace que 15 años, cuando se hizo también este estudio, un  78% de los profesores no se planteaban abandonar su profesión y ahora un 42% dice que no le importaría.