Barbara Lennie: "Yo hago castings malísimos"

Madrid

Es la chica de "Magical Girl", la de "Los renglones torcidos de Dios", "Las chicas están bien" o "La enfermedad del domingo"; la actriz que sobre todo sabe explicar el mundo que le rodea desde una curiosidad infatigable por la cultura, por cualquier tipo y género vinculado a la cultura. Bárbara Lennie, nacida en Madrid, en el barrio de Prosperidad, cuya primera infancia (hasta los seis años) trascurrió sin embargo en Buenos Aires, supo pronto por culpa de las secuelas que la dictadura argentina dejó en sus mayores, que "la vida sí, puede ser un lugar maravilloso, pero también de repente y de seguido un lugar terrorífico".

Otras influencias, estas afectivas, le llevan a recordar su larga relación, nacida en el colegio, con Jonás Trueba, "su primer amor" y una fuente constante de estimulación personal y creativa, algo que el tiempo no ha destruido y que en lo profesional ha compartido en la película "Las chicas están bien", en la que Jonás Trueba ha sido el productor e Itsaso Arana, actual compañera sentimental de Trueba, ha sido, además de actriz, la directora de la cinta. "Está bien que eso sea así, me parece una gran suerte. Yo a Itsaso la tenía en el radar antes de conocerla y de que fuera pareja de Jonás, me encantaba todo lo que hacía e incluso compartimos un mismo personaje durante un tiempo en una obra de teatro".

Una actriz de una pieza, a la que la vida profesional le cambió definitivamente tras su Goya a la Mejor Actriz Revelación en 2014 por su papel en "Magical Girl". "Hay ocasiones en los que un Goya marca un cambio definitivo. Y en mi caso eso fue muy evidente. A partir de ese momento las ofertas cambiaron muchísimo. De repente gente que no me quería recibir, me recibía, y pruebas a las que antes no tenía acceso, pude acceder. Porque durante muchos años pensé 'ojalá determinada gente me llamara para trabajar con ellos' y de repente entré en el radar de esa gente por la puerta grande", comenta Lennie.

Y también una intérprete con fisuras. "Yo hago unos castings malísimos. Soy muy mala, un desastre, son situaciones muy violentas: nadie torpea en las pruebas como yo. Algo que la pandemia vino a redimir en parte, porque en esa época las pruebas cada una se las grababa en su casa. Y eso es un refugio diferente".

Ahora, y tras llevar a cabo la interpretación de algunos papeles muy perturbadores, Bárbara Lennie anuncia sin casi hacerlo, que tiene entre manos un papel que todavía no está cerrado, que ojalá salga, que es en clave de comedia, "con mucha luz, que ahora es lo que más me apetece".