"La culpabilidad de la siesta es como la culpabilidad de masturbarse": un experto describe la siesta perfecta
Miguel Ángel, autor de 'El don de la siesta', ha visitado 'La Ventana' para explicar todas las curiosidades sobre la siesta
"La culpabilidad de la siesta es como la culpabilidad de masturbarse": un experto describe la siesta perfecta
Son muchos los debates que hay alrededor de cuál es el tiempo perfecto destinado para una siesta. El diccionario de la Real Academia Española la define como el tiempo que se destina a dormir o descansar después de comer. Según el estudio ¿Quién toma la siesta, cuánto tiempo y qué significa para nuestra salud?, aseguran que la siesta ideal debe durar entre 20 y 30 minutos.
En 'Radio Lindo' Miguel Ángel Hernández, profesor de Arte Contemporáneo en la Universidad de Murcia y autor de 'El don de la siesta', ha visitado 'La Ventana' para explicar todas las curiosidades sobre la siesta.
Para Hernández, la siesta es el arte de la interrupción. "Es como la poesía, lo sagrado, la meditación... Es un arte y yo lo hago con conciencia artística. Bajo la persiana y me obligo porque quiero dormir. Es el momento de estar contigo y donde realmente desconectas".
El profesor estuvo trabajando durante una temporada en Estados Unidos como docente. Durante ese tiempo se sentía diferente y señalado porque ese descanso no era común en ese país.
“La culpabilidad de la siesta, es como la culpabilidad de masturbarse”
Durante un tiempo, el profesor trabajó como docente en Estados Unidos. Debido a que allí ese descanso era inusual, en ese momento se sintió único y señalado. "Me pusieron un sofá por primera vez en una oficina. Creo que era por el respeto al diferente, haciendo referencia a la costumbre de mi tierra. Me entro la presión de que me viesen como un gandul y me entro una lógica productivista muy grande para que viesen que también hacía cosas".
Para el autor, la siesta está intrínsecamente relacionada con el placer del cuerpo. "La culpabilidad de la siesta es como la culpabilidad de masturbarse. Es un arte, pero también un placer. El cuerpo está en reposo y hay algo libidinoso, tiene hasta un componente sexual de abandono".
Tras una siesta, el cuerpo se levanta relajado y con más fuerzas para enfrentarse a nuevos estímulos. "Es mi momento favorito del día. La que más me gusta es la siesta de después de levantarse, de hecho, la practico el fin de semana. No me gusta mercantilizar la siesta, pero los científicos estipulan que el tiempo perfecto son 27 minutos. Es la primera fase del sueño antes de entrar al sueño profundo".
"Hay un proceso digestivo que incluso hace que te provoque una siesta mental"
Es fundamental crear un ambiente cómodo para dormir que sea oscuro, tranquilo y libre de distracciones y, al mismo tiempo, que tenga una temperatura agradable. "Yo creo que se trabaja. Hay momentos donde no se puede hacer o incluso lugares refractarios a la siesta. Depende del contexto, de la posibilidad y de la edad. Creo que conforme uno avanza en la vida le va dando importancia a ese momento", ha señalado Hernández.
Son varios los entorno que cada uno escoge para hacer la siesta. Los más comunes suelen ser en la cama, tumbado en el sofá o tomado el sol. "Creo que hay un momento del día que el cuerpo no está para muchos trotes, como después de comer o almorzar. Hay un proceso digestivo que incluso hace que te provoque una siesta mental en la que uno hace una especie de reset, algunos nos vamos a la cama y otros se quedan traspuestos mirando algo", ha indicado.
En su libro pone un foco en un futuro donde posiblemente las empresas quieran averiguar cuál es la calidad del sueño de sus empleados para relacionarlo con su productividad. "Estoy convencido, porque al final mercantilizar y productivizar el sueño, para hacernos mejores trabajadores, llegara al control del sueño".