El creador de la Sphere de Las Vegas es de Zaragoza: "Lo que proyectamos ahora es aún más grande"
Los creadores del escenario que ha asombrado al mundo son de Zaragoza y han explicado a Àngels Barceló cómo han dado forma al proyecto desde la primera idea hasta su construcción
La pantalla esférica gigante de Las Vegas se imaginó en Zaragoza
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Todos hemos visto, asombrados, el espectacular escenario del Madison Square Garden de Las Vegas. Una esfera que, por fuera puede ser lo que queramos: el planeta tierra, la luna, o una gigantesca pelota de baloncesto. Y por dentro el despliegue de luz y colorido en esa megapantalla esférica empequeñecía incluso a la gran banda U2, que lo inauguraba con un concierto el pasado viernes. "The Sphere" de Vegas es una gigantesca esfera recubierta por una pantalla LED de 54.000 metros cuadrados y 128k de resolución.
Pues este edificio ha sido proyectado en un estudio de Zaragoza, Oboria Digital, dirigido por Miguel Fontgivell, que ha hablado con Àngels Barceló en la sección Ministerio de Ciencia y Tecnología en Hoy por Hoy. "Es un señor edificio", ha contado, desde que lo idearon hasta verlo en pie "han pasado cinco años, casi seis. Nosotros no nos encargamos de los contenidos, pero el día que a esa pantalla le colocan un contenido realizado por profesionales y juegan con los efectos 3D y los trampantojos, la verdad es que quita el hipo. Sabíamos en lo que estábamos trabajando, habíamos visto pruebas y demás pero en el momento en que ves el show final incluso a nosotros nos sorprendió."
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El proyecto llegó a su estudio a través de una llamada de una firma de arquitectos internacional que se dedica a construir estadios de fútbol por todo el mundo. En principio para trabajar solo en el exterior, pero al ver cómo trabajaban, les dieron la oportunidad de trabajar también en el interior.
Sin Inteligencia Artificial, ha explicado también, este proyecto hubiera sido prácticamente imposible. "Para que os hagáis una idea hemos sido capaces de analizar 4 billones españoles -4 seguidos de 12 ceros- de combinaciones gracias a algoritmos evolutivos y machine learning para asegurarnos de que la solución era lo más eficiente posible." En este estudio trabajan no sólo arquitectos, y también ingenieros y programadores. "Pero la realidad es que todo el equipo, absolutamente todo el equipo, programa. Les enseñamos a sacar partido a estas herramientas. Todos estos sistemas ayudan a la persona a hacer cosas más grandes y más impresionantes. Pero en nuestra disciplina no sustituyen al humano."
Oboria Digital también está detrás de la pantalla LED del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, en Dubai, que estuvo listo en navidad de 2017. Miguel Fontgivell explica que entonces fue la primera vez que le sacaron partido a la Inteligencia Artificial. "En ese edificio hicimos una distribución del cableado a mano, con todo el cariño del mundo, intentando optimizar los recorridos. Pero con programación, con algoritmos evolucionarios, en cuestión de dos semanas redujimos unos 200.000 dólares de coste, solo en cableado."
"¿Y después de esta cúpula impresionante, que recuerda al Panteón de Agrippa?" ha preguntado Nuño Domínguez: "Proyectos tangibles reales no os puedo contar porque siempre trabajamos con acuerdos de confidencialidad, pero lo que sí os puedo decir es que estamos negociando proyectos que son más grandes en este momento".
Los Premios Nobel
Nuño Domínguez y Jaime García Cantero han comentado además los premios Nobel de ciencia, que se han anunciado esta semana. El de medicina, de los más obvios de los últimos años, para los desarrolladores de las vacunas basadas en ARN mensajero, Drew Weissman y Katalín Karikó, a quien Nuño ha entrevistado varias veces y cuya historia personal resulta tan inspiradora.
Los de física y química se han centrado en el estudio de lo más diminuto: el attosegundo (en física) y del punto cuántico (en química). Sobre el punto cuántico, Jaime ha explicado que "su color depende de su tamaño, cosa que parece casi de magia. Y están revolucionando las pantallas de muchísimas maneras, entre ellas la gama de colores, que es 150 veces mayor que gamas anteriores. Además, consumen mucho menos y permiten hacer formas casi impensables... esas pantallas enrollables y plegables en las que estamos pensando. Pero aparte de estos usos frívoles, habrá que ver en qué aplicaciones médicas se podrán encontrar." Y Nuño ha explicado la relevancia del attosegundo, esa millónesima parte de un segundo (un cero seguido de diecisiete ceros), que es el marco temporal en el que se mueven los electrones. Su estudio podría permitir alterar la materia, una capacidad que podría ser clave a la hora, por ejemplo, de tratar tumores
Eva Cruz
Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde 2017.