De 27 países, ¿a 35? La Unión Europea intensifica su proceso de ampliación de hasta ocho estados tras la cumbre de Granada
Casi la totalidad de líderes europeos se han reunido en la Alhambra para debatir sobre dos grandes asuntos. La unanimidad para ensanchar las fronteras de la UE existe, mientras que Polonia y Hungría han vetado el pacto de migración
En los últimos días, Granada se ha convertido en "la capital de Europa" (o por lo menos así lo consideró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez). La Alhambra ha presenciado como los miles de turistas que se concentran a diario han sido apartados para dar paso a más de cuarenta líderes de máximo nivel de países europeos. La cumbre de la Comunidad Política Europea, que España acoge por ostentar la presidencia del Consejo de la UE, ha sido sucedida por la Reunión Informal del Consejo Europeo. Ambos encuentros han girado en torno a dos grandes asuntos: una política de asilo común para el flujo migratorio y la futura ampliación del organismo, con hasta ocho países candidatos a adherirse.
El primero de los ejes mencionados ha provocado una importante división. Hungría y Polonia se han opuesto a cualquier tipo de pacto y, finalmente, la Declaración conjunta de los Veintisiete tras la cumbre de Granada no ha mencionado la migración. Por otro lado, sí se han producido avances para ensanchar las fronteras de la UE, un proceso para el que hay una unanimidad inicial, pero esta se puede romper conforme se vayan concretando las anexiones. El objetivo, poco probable en el corto plazo, es una Unión Europea de 35 países y más de 500 millones de personas.
Ocho son los estados que son considerados como candidatos: Albania, Bosnia, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia, Turquía, Moldavia y Ucrania. Además, hay otros países con intenciones de unirse al club de los Veintisiete actuales, Georgia y Kosovo, pero su status de candidato todavía no es oficial.
Sin embargo, estos planes de ampliación de la UE eran impensables hace apenas dos años: "Bruselas creó una política de vecindad con muchos países que hoy son candidatos a adherirse. El objetivo era transmitirles que no formaban parte de la familia europea. Pero la guerra [entre Rusia y Ucrania] ha cambiado todo. Es el tema principal de la agenda europea ahora y le ha enseñado a la UE la importancia de futuro que tiene la geopolítica. Busca erigirse como un actor que sabe enseñar los dientes y por eso quiere ampliar su espacio", señala a la Cadena SER Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano centrado en asuntos europeos.
¿Una ampliación en bloque?
Los países candidatos deben cumplir una serie de requisitos para adherirse a la UE. Estos implican llevar a cabo reformas que garanticen, entre otros asuntos, la separación de poderes, tener unas instituciones que garanticen el correcto funcionamiento de la democracia, respetar los valores de la Unión y tener una economía de libre mercado. Muchos estados han iniciado ya esta transformación, pero ninguno la ha completado a día de hoy.
Entre las muchas incógnitas que sobrevuelan este proceso de ampliación, una de ellas es si se producirán individualmente o en conjunto. Molina recuerda que, históricamente, se han llevado a cabo adhesiones de ambos tipos. Sin embargo, apuesta más por la primera opción: "Es más fácil que entre un país que no tiene una realidad problemática con sus vecinos y cuenta con un estado funcional. Puede ser el caso de Albania, de Montenegro o de Moldavia".
Bruselas mantiene los plazos como incógnita
Cuándo comenzará la UE a incorporar nuevos países es quizás la pregunta más difícil de responder. Este viernes, en la rueda de prensa que clausuraba la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respondía así a esta cuestión: "A principios de noviembre, el Consejo se reunirá para evaluar en qué estado se encuentra cada candidatura. De esta forma, en el debate del Consejo Europeo, planificado para diciembre, se podrá argumentar cómo seguir avanzando en el proceso".
Sin embargo, todo apunta a que habrá que esperar un tiempo considerable hasta ver la primera adhesión de uno de los países candidatos. Las discrepancias entre los actuales Estados Miembro pueden aumentar conforme se avance en los procesos: "Hay algunos países que piensan que los candidatos pueden entrar, aunque no estén del todo preparados, y terminen de adaptarse una vez dentro. Y hay otros que son más exigentes, más rigurosos. Luego está el caso de Ucrania, que va a provocar grandes desacuerdos", añade Molina.
Adhesiones a cambio de reformas por el temor a los gobiernos antieuropeos
Una de las cuestiones que inquieta a muchos ejecutivos comunitarios es si, con la adhesión de nuevos países, la división interna aumentaría. Es evidente que poner de acuerdo a 27 países es más fácil que a 35. Además, cabe recordar que para los asuntos de política exterior las decisiones se toman por unanimidad, como se ha visto por ejemplo con el bloqueo de Polonia y Hungría a la política de asilo. En adición, cabe la posibilidad de que un país cuyo Gobierno actual sea proeuropeo sufra un cambio de dirigentes y que estos se pueda alinear con Varsovia y Budapest.
De esta forma, muchos Estados Miembro abogan por hacer una ampliación acompañada de reformas internas sobre el funcionamiento del organismo. "Muchos países como España, Francia o Alemania están de acuerdo con aprovechar esta ampliación para pasar a una mayoría cualificada en política exterior. También buscan introducir elementos para una Europa a distintas velocidades, de manera que aquellos países que quieran ir más rápido con determinadas políticas puedan hacerlo sin que haya países que lo puedan bloquear", asegura el experto en políticas europeas.
La carrera por la adhesión: la situación de los países para integrarse en la UE
Cada país aspirante se encuentra en un punto diferente del proceso de adhesión. Algunos van más avanzados con las reformas que se exigen, mientras que otros directamente toman decisiones que van en la dirección opuesta a lo que pide Bruselas. Así de próximo está cada país de unirse al club de los Veintisiete, según apunta Ignacio Molina.
- Albania: "Es un país que no tiene problemas con sus vecinos, ni ningún pleito internacional. Ha hecho reformas, tiene una población muy europeísta y está dando muchos pasos de liberalización y de avances en la democracia. Es muy pobre, pero está creciendo económicamente. Además, es de mayoría musulmana y sería interesante ver como la UE es capaz de integrar un país no cristiano. De todos los candidatos, es el que lo tiene más fácil".
- Bosnia: "Lo tiene muy complicado para todo. Es un Frankenstein institucional que surgió de los acuerdos de Dayton para poner fin a la guerra. Fue un buen acuerdo para que no hubiera más muertos, pero muy malo para crear una identidad bosnia y un estado sólido. La mitad del país está controlado por la República Serbia y la otra mitad por la federación compuesta entre croatas y bosnios. Además, su constitución es muy disfuncional. Es el que más complicado tiene la adhesión a la UE".
- Montenegro: "Es un país pequeño, pero más avanzado que Albania, y sería fácil de digerir para la UE. El problema es su relación de amor-odio con Serbia por todos los problemas relacionados con la identidad. Ha llevado a cabo varias reformas de las que exige Bruselas, pero todavía tiene problemas de corrupción, de división de poderes y de falta de calidad democrática".
- Serbia: "Es el principal país de los Balcanes. Han rectificado a medias la política ultranacionalista que practicó Milosevic en los 90 y tuvieron un proceso de democratización hasta cierto punto. Pero su problema principal es su conexión con Rusia, con la cual juguetea. Se podría convertir en un aliado de Orbán en caso de entrar en la UE".
- Macedonia del Norte: "Tienen algunos conflictos por asuntos identitarios y simbólicos con Bulgaria. La macedonia de fruta viene del nombre de este país, debido a la variedad de gente de diferentes procedencias que tienen. Es un país complejo, pero es una relativa historia de éxito porque ha sabido mantener un gobierno sin entrar en guerra. Está haciendo reformas y su población es muy europeísta. Si consigue superar sus diferencias con los búlgaros, lo tendría relativamente fácil para entrar en la UE".
- Turquía: "Es un país que está como candidato solamente sobre el papel. La UE no quiere hacer el gesto agresivo de dejar de considerarlo. Sin embargo, Turquía no está haciendo ahora ninguna reforma y no tiene negociaciones con la Comisión para su adhesión. Erdogan está yendo en sentido contrario y ni siquiera ha viajado a la cumbre de Granada".
- Moldavia: "Es otro país que se puede considerar como fácil de digerir para la UE. Es muy proeuropeo, el principal partido de oposición es prorruso, pero es difícil que llegue al poder. Tiene un problema con una provincia rebelde, Transnistria, pero cuenta con Rumanía como aliado. Si no se tiene demasiado en cuenta ese aspecto, podría entrar en la UE con cierta facilidad".
- Ucrania: "Es evidente que tiene el problema de la guerra con Rusia y que no controla una parte de su territorio. Además, es un país muy pobre, con mucha corrupción y con evidentes problemas de convivencia con la ciudadanía prorrusa. Sin embargo, su heroísmo a la hora de defender los valores europeos ha sido el que ha reavivado la llama de las anexiones. Entonces es, por un lado, el que más difícil lo tiene y por otro la punta de lanza de este proyecto".
Carlos de Barrón
Escribo sobre actualidad en Cadena Ser.com, con especial interés en la información internacional. Empecé...