Castigo colectivo

Madrid

La ayuda humanitaria europea a los habitantes de Gaza no ha sido suspendida ni puede serlo porque existe un documento que se llama Consenso Europeo sobre Ayuda Humanitaria que está plenamente en vigor y es aplicable en esas circunstancias. Lo que pasa es que para hacerla llegar, Europa tendría que tener suficiente fuerza como para lograr que el gobierno de Israel lo permita. Y por el momento, desgraciadamente, da la impresión de que, una vez más, la Unión está petrificada y sin la menor capacidad de reacción. Solo la intervención de Estados Unidos y de China podría ayudar a moderar la respuesta del gobierno de Netanhayu.

Los asesinatos de civiles israelíes perpetrados por militantes de Hamás no pueden tener justificación alguna, pero ninguno de esos asesinatos encontrará justicia dejando a los hospitales de Gaza sin electricidad ni suministros médicos. Ninguno de esos asesinatos de civiles encontrará justicia bombardeando a otros civiles o dejándoles sin alimento. Ninguno de esos asesinatos de civiles israelíes justifica que el ministro de Defensa utilice un lenguaje que desgraciadamente sabemos de donde procede y afirme que Israel está luchando contra animales. Los militantes de Hamás son seres humanos que han cometido crueles asesinatos y deberían responder por ello ante los tribunales. Pero el mismo derecho internacional que les condena, rechaza que se pueda someter a toda la población de Gaza a un castigo colectivo. Europa, bajo la presidencia de turno de España, mira impotente e incapaz.