Confiemos en que Naranjito arregle nuestras diferencias
El año en el que el fútbol español ha vivido el escándalo de Rubiales, el caso Negreira y los insultos racistas a Vinicius, es justo el año en el que nos eligen para organizar un Mundial
Diego San José: "Confiemos en que Naranjito arregle nuestras diferencias"
A veces el universo nos lanza indirectas que, como país, deberíamos saber captar. La semana en la que se repartieron los prestigiosos premios Nóbel, a nosotros lo que nos dan es un Mundial de fútbol. Es decir, el año en el que el fútbol español ha vivido el escándalo de Rubiales, el caso Negreira y los insultos racistas a Vinicius, es justo el año en el que nos eligen para organizar un Mundial.
Ya sabemos lo que hay que hacer para que nos den las olimpiadas. Pedirle al equipo de natación sincronizada que atraque un banco. Aunque, recordemos, que este país ya organizó un mundial hace casi 40 años. En aquella ocasión, España tuvo que hacer un esfuerzo titánico para presentarse ante el mundo como un país avanzado.
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Algo debió salir mal si, cuatro décadas más tarde, vamos de la mano de Marruecos y Portugal. Obviamente, ahora los tiempos ha cambiado. Si en 1986 tuvimos que construir estadios de fútbol e invertir en infraestructuras para parecer un país moderno, ahora sólo necesitamos que nadie le acerque un micrófono a Alfonso Pérez.
Pero yo creo que esta vez organizar un Mundial nos lo tendríamos que tomar de otra manera, en esta ocasión debería ser importante para nosotros, no para el resto del planeta. En estos momentos de turbulencia política en la que el país está tan dividido al menos sabemos con toda seguridad que, dentro de siete años, todos los ciudadanos de este país aparcaremos nuestras diferencias para unirnos en torno a un deseo común. Que los franceses pierdan a las primeras de cambio.
Si nosotros no somos capaces de arreglar nuestras diferencias, confiemos en que las arregle Naranjito.
Diego San José
Diego San José Castellano es un guionista de...