¿Y después del Ejército, qué?
Quienes han servido a las Fuerzas Armadas denuncian que se ven obligados jubilarse a los 45 años y manifiestan la dificultad para integrarse en el mercado laboral
¿Y después del Ejército, qué?
Madrid
La vida laboral tiene fecha de caducidad y en el Ejército llega, para muchos, a los 45 años. Sus integrantes reconocen sentir un abismo inmenso cuando la fecha se acerca, “notas como un vacío tremendo, qué voy a hacer, te sientes un poco herido”, cuenta Amparo. Ella se retiró siendo Capitán del Ejército del Aire y en su caso, pudo prolongar su compromiso con las Fuerzas Armadas hasta los 48 años porque tras su paso por la Universidad, recibió formación militar y entró en el Ejército como militar de complemento.
Este año está previsto que 2.329 militares de Tropa y Marinería cesen, según datos de la Unión de Militares de Tropa. Unas bajas que van en aumento y que superarán las 36.000 en la próxima década. Algo que para el cabo primero del Ejército de Tierra y presidente de la Asociación de Tropa y Marinería de España, Marco Antonio Gómez, supondrá un problema muy pronto porque “va a haber compañías que se queden sin personal”.
Y es las Fuerzas Armadas “no son atractivas en lo que a condiciones laborales se refiere”, añade Gómez. Tras finalizar su labor militar, los combatientes se encuentran con una pensión no contributiva que ronda los 700 euros, aunque en el caso de Amparo se acerca al Salario Mínimo Interprofesional actual, por el rango que ocupaba. A esto hay que añadir que en el campo formativo, los títulos que ofrece el Ministerio de Defensa no son compatibles con el de Educación, por lo tanto, ven que los estudios realizados dentro del Ejército no son útiles para integrarse en el mercado laboral.
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El escenario que surge tras su paso por las Fuerzas Armadas
Mayores para el Ejército, jóvenes para pensar en la jubilación y sin experiencia en el mercado laboral. La vuelta a la vida civil no es fácil. “Yo he tenido suerte, pero muchos de mis compañeros tardan años en lograr la inserción laboral tras el paso por las Fuerzas Armadas”, lamenta la excapitán del Ejército del Aire. Las empresas empiezan a ver el potencial de este grupo de población y sobre todo, comienzan a tenerles en cuenta. Talento, compromiso y capacidad de gestión son cualidades premiadas en el mercado laboral y que Juan Pablo Lázaro, presidente de Sending vio en Amparo.
“Buscábamos un perfil de gestión y control de un equipo grande, con capacidad de liderazgo, que supiese motivar, escuchar y tomar decisiones”, señala el responsable de esta empresa de logística. El match con Amparo surgió en el primer contacto y ahora es la directora de rutas y seguridad de la compañía. Iniciativas como 'Es tu fuerza' de la Fundación CEOE o la plataforma JOB AFTER ARMY trabajan para facilitar la inserción laboral del personal de las Fuerzas Armadas.
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