Arrigo Sacchi, ataque al corazón del catenaccio
El técnico italiano mostró cómo nadar a contracorriente respecto a lo que era el fútbol en su país
Madrid
La historia del fútbol nos enseña que hay ciertos países que tienen asentada una idea de juego en su 'ADN'. Son ideas de juego muchas veces alimentada por triunfos históricos y por la manera de sentir el fútbol en cada lugar: el catenaccio en Italia, Brasil y el jogo bonito, el fútbol directo de Inglaterra... Sin embargo, la historia también nos enseña que hay entrenadores con tanta personalidad que se han atrevido a cambiar la partitura sin preguntar consiguiendo que la orquesta sonase igual de bien. Uno de esos entrenadores contraculturales es Arrigo Sacchi.
La figura de Sacchi
Arrigo Sacchi nació en los años 40, es decir, no había nacido en los éxitos de la selección italiana de los 30. Aun así, lo más lógico es que Sacchi hubiese sido, por una mera cuestión generacional, un fan de los equipos que en Italia y en Europa triunfaban en los 60: el Inter de Milán de Helenio Herrera, el AC Milan de Nereo Rocco... Para Sacchi, lo fácil habría sido adherirse a esta manera de entender el fútbol. Sin embargo, Sacchi, que regentaba un negocio de calzado que le obligaba a viajar bastante, se empapó de la manera de sentir el fútbol en otros países. A Sacchi le impactó mucho la escuela holandesa, en especial la figura de Rinus Michels.
Influencia de la escuela holandesa
Le llamó mucho la atención la presión que ejercían en el fútbol total holandés en la década de los 70 y estudió como llevarlo a cabo desde un prisma zonal. Michels era un seguidor a rajatabla de los postulados de la escuela holandesa y Sacchi trató de aplicar esa presión a dos conceptos: el fuera de juego y las defensas zonales. Siempre vertebró su fútbol desde la línea defensiva, pero desterró las defensas al hombre y la figura del hombre libre que eran la corriente predominante en Italia.
"Sacchi fue la evolución maestra de lo que otros como Sven Goran Eriksson proponían. Él se atrevió a llevarlo a la máxima expresión. En un momento en el que el fútbol europeo gira en torno a defensas al hombre, en la figura del hombre libre, el fútbol directo y con poca elaboración... Él aparece en ese momento, sin haber sido futbolista profesional y se atreve a poner otra rueda en marcha. Su etapa en el Parma, su salto al Milán y luego esos títulos que le han dado esa legitimidad para crear un nuevo marco cultural en el fútbol"
— Dani Fernández, entrenador del Juvenil A del CE Manresa y profesor en la escuela de entrenadores de la FCF
"Italia era la cuna del catenaccio. Décadas atrás se jugaba esperando ordenado atrás y jugando al contrataque, con marcajes al hombre muy férreos, véase el ejemplo de Gentile con Maradona. Sacchi rompió con todo eso. Marca en zona, tira el fuera de juego, presiona arriba... Desde la defensa, sin dejar que sea el punto de partida de organizar su equipo, defiende de manera muy diferente. En sus inicios fue un bicho raro"
— Bruno Alemany, director de Play Fútbol
Sacchi nunca dejó de ser sospechoso. Pese a sus grandes éxitos en el AC Milan, cuando dejó de ganar recibió críticas feroces a su estilo. En el año 1996, tras la Eurocopa de Inglaterra en la Italia queda eliminada en primera fase, fue recibido con gritos de 'bufón' en su país. Pese a sus éxitos pasados, siempre hubo un sector que lo trataba como si creyese una especie de iluminado.
En este episodio de Play Fútbol, Bruno Alemany y Dani Fernández, entrenador del Juvenil A del CE Manresa y profesor en la escuela de entrenadores de la FCF, analizan el impacto de Arrigo Sacchi en esta primera entrega de 'Entrenadores Contraculturales'.
Sacchi: remando contra el catenaccio
01:10:23
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Fernando Rodríguez
Coordinador del área digital de deportes de Cadena SER desde 2021. Previamente, estuve casi siete años...