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La camarera que se hizo viral por su actitud en el trabajo cambia de discurso radicalmente: "¿Puedes dejarme tranquila?"

Carmen Merina ha decidido dar la vuelta a su discurso viral mostrando aquellas cosas que no le gustan de su trabajo

Carmen Merina (@rayomcqueer_)

Madrid

Con el fin de denunciar su precario sueldo, la joven Carmen Merina se hizo viral por mostrar cómo trata ella a sus clientes en la cafetería que trabaja. Frases como: "Puedes venir a mi cafetería, puedes sentarte en una mesa sin pedirme absolutamente nada y te voy a ofrecer un vaso de agua. Como si te traes un happy meal del McDonalds. Me da igual, yo voy a seguir cobrando cinco euros la hora" dieron la vuelta en TikTok de manera inmediata.

Tal fue el punto de su alcance, que hace pocos días la joven acudió al plató de LaSexta Xplica, en el que reivindicó las malas condiciones en el mundo de la hostelería.

Una vez más, Carmen ha llenado las redes de comentarios tras la publicación de su último vídeo al que ha denominado: "cosas que me molestan". En él ha querido mostrar distintas situaciones que vive cada día en la cafetería y como, en su opinión, deberían de dejar de hacerse.

"Tener cuidado que os estamos viendo. Bueno, pues un besazo", comienza diciendo. Y es que, una de las primeras cosas que considera que no están bien es la constante vigilancia de sus actos al encontrarse en un establecimiento con videovigilancia. "No voy a trabajar mejor porque yo sepa que me estás vigilando".

En segundo lugar, reivindica la privacidad: "Que haya grupos de WhatsApp debería de ser 100% ilegal". Quiere justificar esta afirmación declarando que la jornada laboral termina cuando sales de la puerta de tu zona de trabajo, y que no deben de poder hablarte fuera de ese horario establecido por la empresa.

Otra de las cosas que ha criticado con más hincapié es hacia aquellas personas que consideran que es buen momento intentar ligar contigo en tu horario laboral: "¿Puedes dejarme tranquila? Me da asco, estoy trabajando".

Para aquellos clientes que se quejan de los precios también tiene una respuesta clara: "Ya sé que son caros, ¿por qué no pruebas a irte a otra cafetería?". O para los que se creen que todos los establecimientos tienen servicio en mesa: "Eso se ve a leguas, tienes que coger las cosas en la barra y llevártelas a la mesa".

Por último, y asegurando que esto es algo personal: "Que la gente sepa mi nombre. No puedo estar a tope de trabajo y que estén Carmen, Carmen...".

Esto, unido a "un poco de respeto". Así termina su vídeo de más de dos minutos en los que muchas personas se han sentido identificadas y no han dudado en hacérselo saber.