De las bicicletas al edificio maldito más famoso de la historia
Marta Fernández en 'Academia de saberes inútiles’, nos ha explicado la historia de cómo se construyó el edificio Dakota por la censura de los tobillos de las mujeres que montaban en bicicleta

De las bicicletas al edificio maldito más famoso de la historia
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¿Qué pueden tener en común la bicicleta, el tobillo de las damas, las cremalleras, la máquina de coser y el edificio en el que vivía John Lennon cuando fue asesinado tenían algo en común? Gracias a que la gente a finales del siglo XIX iba a todas partes pedaleando, se acabó construyendo el edificio Dakota, en Nueva York.
En 'Academia de saberes inútiles', Marta Fernández ha explicado la historia de cómo se construyó el edificio Dakota por la censura de los tobillos de las mujeres que montaban en bicicleta.
Fue en 1890, cuando el invento de un padre disparó la popularidad de las bicicletas. "Gracias a que un niño de Dublín no hacía más que caerse del triciclo por culpa del adoquinado. Su padre le cambió las ruedas de goma maciza por unas con una cámara de aire y resultó ser un invento genial”.
Todo el mundo comenzó a usar este medio de transporte sin importar la edad o el género. "Es importante porque las primeras bicis tienen su protagonismo en la lucha por la igualdad de las mujeres. Los reaccionarios pensaban que era totalmente indecente que las muchachas fueran pedaleando y enseñando los tobillos", ha explicado Fernández.
"Clark no lo llegó a ver terminado"
Este problema parece que se solucionó a principios del siglo XX, cuando a un ingeniero sueco se le ocurrió juntar una serie de corchetes con un cierre, creando la cremallera. Un remedio para que las botas altas que tapaban las enaguas fuesen cómodas. "El reto estaba en coserlas a la piel. No habría sido posible hacerlo a gran escala sin la máquina de coser. A Isaac Merritt Singer se le ocurrió que era mejor poner aguja en vertical y añadió un tope para que no se trabara. Singer se asoció con un abogado, Edward Clark, que enseguida se dio cuenta de que el negocio estaba en que todo el mundo quisiera tener una máquina de coser en su casa".
Con sus habilidades de marketing, Clark pretendía trasladar la máquina de coser de los talleres especializados a entornos residenciales. "A Clark se le ocurrieron dos ideas revolucionarias: que se pudiera pagar a plazos y que la marca tuviera representantes en todo el país para venderlas y hacer demostraciones de lo fácil que era usarlas", ha indicado.
Clark rápidamente invirtió las ganancias del dinero que recaudó en el mercado inmobiliario de Nueva York. "Aunque en 1880 pensaron que había perdido la cabeza cuando anunció su nuevo proyecto: un edificio de lujo en una zona poco urbanizada, el lado oeste de Central Park. Cuenta la leyenda que como broma porque estaba muy lejos y muy al norte como el estado de Dakota, lo empezarían a llamar así. Clark no lo llegó a ver terminado. Ni llegó a saber que en el futuro al Dakota le acompañaría la leyenda negra, ya que en diciembre de 1980 Mark David Chapman asesinó a John Lennon justo en la puerta cuando salía de su casa", ha concluido Fernández.




