Un año más Asturias se ha vestido de gala para entregar los Premios Princesa de Asturias 2023, que este año contaban entre sus galardonados con la actriz Meryl Streep o el escritor Haruki Murakami. Sobre el atril del Teatro Campoamor, la princesa Leonor, presidenta de honor de la fundación que da los premios, ha pronunciado su discurso, en un año especial para ella tras comenzar su formación militar, jurar ante la bandera de España y a pocos días de cumplir 18 años, momento en el que jurará la Constitución. La princesa ha empezado su discurso precisamente resaltado algunos de estos hechos, muy destacados para ella. Sobre su formación militar ha dicho que le está permitiendo «compartir el aprendizaje continuo con personas que han elegido una vida de servicio con grandes exigencias y renuncias personales» y ha resaltado la importancia personal y también institucional que tiene para ella jurar la Constitución. «Lo que puede decirles es que entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades. Como presidenta de honor de esta fundación, una de ellas es comprender y valorar lo que nuestros premiados aportan a una sociedad donde convivimos muchas generaciones con la idea de lograr que quienes más lo necesiten tengan la oportunidad de mejorar sus vidas, su educación, su salud... Y que la ciencia, la cultura y la protección del medio ambiente sean una prioridad», ha dicho Leonor justo antes de comenzar a destacar las cualidades de cada uno de los premiados. «Al conocer el inmenso legado de Nuccio Ordine (Premio a la Comunidad y las Humanidades), cómo consiguió humanizar a la humanidad y su defensa de los maestros entiendo por qué la educación es el cimiento de toda sociedad que pretende ser mejor», ha comenzado recitando. Luego también ha destacado la labor de la actriz Meryl Streep, premio Princesa de Asturias a las Artes. «Veo como una gran artista puede despojarse de sí misma para hacer hueco a sus personajes y diluirse en sus emociones y hacerlo además a lo largo de una carrera impecable, con libertad, valentía y sensibilidad hacia los desafíos de nuestros tiempos». De Hélène Carrère, Premio Asturias a las Ciencias Sociales, ha remarcado su aportación «al análisis de la historia contemporánea» y, en paralelo, ha resaltado «los esfuerzos de la organización Marys Meals para alimentar al niño en sus escuelas son también ejemplos de quienes entienden que es necesario implicarse para contribuir a mejorar las cosas». Un organismo que ha sido premiado con el Premio Asturias a la Concordia. Del escritor Murakami, Premio Princesa de Asturias a las Letras, ha reconoce que le admira que «haya construido durante décadas un universo propio con palabras en el que oriente y occidente se retratan en entornos urbanos y a menudo desafiantes». Del atleta keniata Eliud Kipchoge, Premio Asturias a los Deportes, ha destacado su afán «por superar sus límites y seguir trabajando siempre para lograr su propósito y además ser solidario». Por su parte, de los biólogos Jeffrey I. Gordon, Everett Peter Greenberg y Binnie Bassler, Premio Asturias a la Investigación Científica y Técnica, ha reconocido que les asombra de ellos «sus estudios sobre las bacterias que habitan en nuestro organismo y lo esenciales que son para la salud y para la vida». Por último, del trabajo de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas, Premio Asturias a la Cooperación Internacional, ha citado unas palabras de su director ejecutivo que, a su juicio, reflejan su labor: «Hay dolencias que afectan a un cuarto de la población mundial y que representan solo el 1% de la investigación». Para finalizar, la princesa ha asegurado que todos los presentes son persona con las que aspira sentirse identificada: «Siento que transmiten con sus acciones y en sus obras esa esperanza que nos guía y nos inspira a los jóvenes». Antes de acabar, se ha acordado en general de todos los premiados «por esa luz que proyectan sobre los retos y la complejidad del mundo que nos toca vivir».