Las tiendas de alimentación de los barrios recuperan prácticas pasadas: fían sus productos a los clientes habituales que no llegan a fin de mes
El portavoz de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), Daniel Machuca, explica que las familias españolas están perdiendo la capacidad de ahorro y cada vez se endeudan más.
Las tiendas de alimentación de los barrios recuperan prácticas pasadas: fían sus productos a los clientes habituales que no llegan a fin de mes
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Madrid
La subida del precio de los alimentos como las patatas (18%), el azúcar (42%) o el aceite (más de un 50%) ahoga todavía más a las personas que antes ya llegaban justos a final de mes. En los dos últimos años, las familias españolas han perdido un 4'5% de poder adquisitivo, según datos del Banco de España.
Ahora estas familias acuden a los negocios de su barrio, donde tienen confianza con los dueños de estas tiendas y, por lo tanto, les dejan pagar cuando puedan, ya sea cuando cobren o cuando consigan ahorrar un poco.
Esta situación se da sobre todo en las tiendas de alimentación, como la que tiene Pilar en el barrio de Quintana en Madrid. Pilar, además, ofrece todo tipo de facilidades. No hace falta que sus clientes vayan a pagarle físicamente en efectivo o tarjeta, ya que también acepta bizums. Esta mujer cuenta que un cliente que va todos los días a comprar el pan se olvidó de pagarle un queso. Cuando volvió a buscar la barra de pan al día siguiente, se lo recordó. "Y nada, me lo pagó ahí en el momento", comenta sin preocupación.
Los productos que fían los comerciantes, es decir, que venden y que dejan pagar más tarde, siempre son productos para el hogar y, sobre todo, comida. "Gominolas, snacks, cervezas... eso no. Solo lo que realmente necesitas", explica Zhu, de un ultramarinos del también barrio madrileño El Carmen. "A todos nos ha faltado dinero alguna vez, ¿por qué no ayudar?". Zhu recuerda que empezó a fiar a sus clientes desde hace dos años, justo el tiempo que lleva a cargo de la tienda.
Para llevar un control, los dueños de los comercios apuntan en una lista el nombre de las personas que les deben dinero y qué cantidad, confiando siempre en que se lo van a devolver. Aunque no siempre es así. Zhu también reconoce que ha sido engañada por algunas personas que acudían su tienda diciendo que eran clientes habituales. "Por aquí pasa mucha gente y yo no puedo saber si vienen a comprar continuamente o no. No puedo saber si me están diciendo la verdad", se queja. El boca a boca ha hecho que algunos vecinos del barrio se aprovechen de su buena acción y ahora no le ha quedado más remedio que fiar únicamente a los clientes que sí conoce.
Tanto Pilar como Zhu admiten que han notado pérdidas en sus ingresos. La subida de los precios en la cesta de la compra ha hecho que disminuya el número de personas que van a comprar o, si lo hacen, es en menos cantidad.
En consecuencia, Daniel Machuca, portavoz de la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN), explica que ahora cada vez más empresas aceptan la financiación a plazos de sus productos o servicios. "Desde julio hasta agosto los españoles han pedido prestados 4.500 millones de euros. No solo estamos perdiendo capacidad de ahorro, sino que estamos endeudándonos más", advierte, en un momento en el que "el coste de los préstamos supera el 10%, un 3% más que el año pasado". Lo que significa que actualmente se pide más financiación a la vez que se paga más por los créditos.