"El cannabis aumenta el riesgo de psicosis, debería prohibirse su consumo a menores de 25 años"
El jefe de Psiquiatría del Hospital Clinic de Barcelona explica en La Ventana las conclusiones del mayor estudio internacional sobre el consumo de cannabis, tras analizar decenas de miles de casos en las cuatro últimas décadas
"El cannabis aumenta el riesgo de psicosis, debería prohibirse su consumo a menores de 25 años"
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"El cannabis es un factor de riesgo añadido para desarrollar psicosis, en particular esquizofrenia o trastorno bipolar, como lo es el tabaco en el caso del cáncer de pulmón. No me gusta nada quedar como un inquisidor pero soy médico y mi obligación es decir esto y recomendar como medida de salud pública que se prohíba o restrinja su consumo sobre todo a menores de 25 años". Con esta contundencia se ha expresado en 'La Ventana' el doctor Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del hospital Clinic de Barcelona y uno de los participantes en este estudio internacional publicado en el British Medical Journal, y que reúne el mayor conjunto de evidencias científicas reunido nunca sobre el consumo de esta sustancia.
"El problema principal es que hasta los 25 años el cerebro aún está en fase de maduración y es en esos años cuando los efectos del cannabis pueden causar más estragos, actuando como desencadenante o precipitante de psicosis. No decimos que todo el que sufre esquizofrenia o trastorno bipolar lo haga a partir de un consumo de cannabis, pero este estudio confirma que es un claro factor de riesgo añadido para el desarrollo de estas enfermedades", explica Vieta, y eso puede ocurrir incluso desde un único consumo en determinadas personas.
El experto ha desmontado también otro mito: "el cannabis es capaz de crear adicción, no es cierto que no la provoque" y además este estudio confirma otras dos evidencias que afectan especialmente a las embarazadas y a los conductores de vehículos de motor. "Consumir cannabis durante el embarazo puede provocar problemas de desarrollo en el feto, anomalías y bebés con un peso por debajo de lo normal. Si consumimos antes de ponernos al volante, afecta a nuestra capacidad de reacción y puede hasta duplicar el riesgo de sufrir accidentes".
Para Vieta, "los riesgos superan claramente a los beneficios del cannabis". "Hay que tener en cuenta que aunque sí se han constatado algunos beneficios, estos lo son únicamente para un número muy pequeño de personas, enfermos de epilepsia, dolor crónico o en tratamientos de quimioterapia por ejemplo, y siempre en dosis prescritas por profesionales médicos para un uso terapéutico". Para la población general que consume cannabis como uso lúdico sólo supone riesgos y algunos pueden llegar a ser muy graves.
Salvando las distancias, Vieta compara el argumento con lo que está ocurriendo con el consumo de fentanilo en Estados Unidos donde las muertes por sobredosis se han multiplicado por 50 en la ultima década. "El fentanilo es un fármaco y se puede prescribir por un médico para usos terapéuticos muy concretos, el problema es cuando se produce un consumo generalizado y sin control por población que no debería tomarlo", explica.
"Sé que es imposible prohibir"
"Este estudio suma las aportaciones de los mayores expertos del mundo en las distintas áreas de afectación del cannabis. No es un estudio de ideología, ni de derechas ni de izquierdas. Trabajamos con evidencia científica y presentamos los datos. Nosotros podemos hacer recomendaciones pero son las autoridades capaces de hacerlo las que tienen que legislar al respecto".
Como médico, el doctor Vieta no tiene dudas. "Sé que es imposible prohibir algo al cien por cien, es lo mismo que pasa con la prohibición de alcohol a menores, pero al menos deberíamos intentar dificultar, restringir al máximo posible el consumo en jóvenes menores de 25 años, sobre todo teniendo en cuenta que la psicosis es una enfermedad que suele debutar a esa edad, en la veintena, y el THC, uno de los componentes del cannabis puede precipitarla en algunas personas, el problema es que no sabemos en cuáles".
"Hay que aprender a regular bien el cannabis como sustancia de prescripción y decidir como sociedad si restringimos su consumo a los jóvenes. No quiero causar alarma pero el riesgo existe y deberíamos luchar contra él de la manera más eficiente. Tendemos a pensar siempre que todo le pasa a los demás y no a nosotros mismos. Se sabía que circular sin casco era peligroso, pero se tuvo que ordenar su uso obligatorio y lo mismo ha ocurrido con el cinturón de seguridad".
Una encuesta realizada el año pasado señala que un 15% de la población española de entre 15 y 64 años y un 11% de los adolescentes de entre 14 y 18 años piensa que consumir cannabis carece de consecuencias sobre la salud. Creencias erróneas que este estudio desmiente.