Israel perderá esta guerra
"Incluso aunque la gane en el campo de batalla, fracasará en el resultado político, que es lo esencial, porque las guerras son solo la derivada militar de la política, y esta es mucho más importante que aquellas"
El análisis de Xavier Vidal-Folch | Israel perderá esta guerra
Madrid
Israel perderá esta guerra. Mejor dicho, la perderá Benjamin Netanyahu. Incluso aunque la gane en el campo de batalla, fracasará en el resultado político, que es lo esencial, porque las guerras son solo la derivada militar de la política, y esta es mucho más importante que aquellas. ¿Por qué perderá? Porque si triunfa en el terreno militar, como otras veces ha sucedido en su país, será a un precio más alto, tras una destrucción muy masiva y con un exterminio de palestinos desaforado. Al menos según se va viendo en el aperitivo de la invasión terrestre. Eso dejará a Israel políticamente más aislado, con menos amigos, con una coalición contraria de odios infinitos hacia el pueblo judío que ayer, y tantas veces, fue mártir. En el mejor de los casos, el Estado de Israel será más frágil que antes del 7 de octubre.
También podría perderla, en el sentido militar. Pero eso es menos probable, porque supondría la catástrofe para Estados Unidos, y aunque Washington ha mordido el polvo en Afganistán y otras incursiones, ninguna era tan vital para sus intereses geoestratégicos, para su élite política, para su compromiso exterior. Claro que una derrota militar es equivalente a una derrota política, sin paliativos.
El primer problema de Oriente Próximo se llama Hamás y su violencia creadora de terror. El segundo se apellida Netanyahu. Ahora dice que rendirá cuentas de por qué fracasó en la prevención de los ataques desde Gaza, pero que lo hará después. Esto es impresentable.
Todos saben que el primer ministro falló, y que falló no por errores técnicos, sino porque estuvieron causados por el odio que ciega, por la monstruosidad de enfrentarse a sus rivales pacíficos como la autoridad palestina, por sus continuas provocaciones extremistas, por su tendencia a la ruptura, incluso con lo mejor, como acaba de practicar contra Antonio Guterres, Secretario General de la ONU. Mejor que no espere, que rinda cuentas ya, y que de paso alguien firme, pero responsable, creíble, ponderado.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...