Nati Camacho, la 'luchadora infatigable': "Las fábricas fueron un apoyo y una forma de enlazar con nuestra sociedad"

Los sindicatos surgieron a raíz de la Revolución Industrial con el objetivo de proteger los intereses económicos y laborales de los empleados. En 'Radio Lindo' Elvira Lindo ha presentado el libro '1001. La lucha que alumbró la democracia', en el que cinco autores ofrecen su visión sobre cómo el Proceso 1001 transformó su forma de entender el movimiento sindical.

El libro, ya a la venta, explora cómo la dictadura ejemplarizó la caída de los líderes del movimiento obrero al imponer penas de prisión excesivas a los líderes de Comisiones Obreras, 'los diez de Carabanchel'. Se convirtió en un símbolo nacional e internacional de la lucha de España por la democracia y la libertad.

Nati Camacho, sindicalista histórica, ha visitado 'La Ventana'. El libro cuenta con un texto, que recoge una entrevista, titulado 'Una luchadora infatigable'. Según ha contado Camacho, sus abuelos fueron fusilados a la vez por el bando nacional. "A uno le dieron el tiro de gracia, porque se le ocurrió cortarse las venas. Pensaba que no podía dejar que los fascistas acabasen con su vida y por eso decidió quitarse la vida".

Camacho desde muy pequeña fue una niña politizada: "Tenía una madre muy extrovertida y las cosas duras, dramáticas y escabrosas nos las contaba desde pequeños". Comenzó a trabajar en una fábrica textil de Madrid siendo muy joven, con 15-16 años. "La edad laboral era de 14 años o incluso antes, en las familias obreras ya nos llevaban a talleres. Para el movimiento obrero en España las fábricas fueron un apoyo y una forma de enlazar con nuestra sociedad. En Comisiones Obreras supimos leer y ver lo que sucedía en el país y la gente parece que supo entendernos".

"La gente es la clave"

El padre de Camacho era un luchador antifranquista que pertenecía al partido comunista, pero no estaba de acuerdo con que sus hijas luchasen. "Toda su familia era comunista. Él pensaba que como ya hacía por la lucha, sus hijas no tenían que hacer nada, pero su error fue que nos habían politizado desde muy pequeñas", ha explicado la sindicalista.

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"La gente es la clave, nos entendía y nos apoyaba. Eran minorías cada vez más amplias y eso nos animaba. No éramos clandestinos, pero había puntos o reuniones que hasta que no llegabas no te enterabas", ha explicado.

Camacho fue detenida en varias ocasiones. Dos de ellas en la fábrica, otra en una manifestación y las dos últimas en el año 1973. "Las dos últimas fue a la vuelta de hacer campaña por Europa a favor de los presos de 1001 y en contra de la petición fiscal. Cada vez que nos detenían sufríamos como una derrota, pensábamos que hacíamos algo mal", ha indicado.

Durante la detención de 'los diez de Carabanchel' en 1972, Camacho junto a más gente luchaba desde fuera haciendo campaña por Europa. "Eran como frentes sucesivos, todo partía de las empresas, fábricas y talleres. Avanzábamos poco a poco y la policía deshacía. En ese momento detuvieron a los diez, pero fuera quedábamos mucha gente".