El semáforo de Mortadelo y Filemón
"El semáforo dedicado al creador de historietas más popular. El más leído, el que más colas tuvo cuando firmaba esos papeles que llamamos tebeos, y que nos han otorgado a tantos nuestra nacionalidad"
El semáforo de Mortadelo y Filemón
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Nadie pasa ese semáforo, pero todo el mundo lo mira, y le hace fotos. O sí que lo pasan. Entonces lo cruzan sin mirarlo, pues ya forma parte de la vida cotidiana, de andar por esa acera, la de la mejor biblioteca pública del mundo, la García Márquez, que está en la Verneda, un barrio de Barcelona, detrás de una comisaría muy grande, donde se forman colas de gente que espera sus papeles. El verde es Mortadelo, y en rojo está Filemón. No hay política en esto, solo es luz. Al lado, a una plaza que siempre ha estado ahí le han puesto ahora el nombre de una agente literaria, Carmen Balcells. Una mujer mítica, revolucionó el mundo editorial español, tuvo a los más grandes escritores en su catálogo, y quizá se haya convertido en la única agente literaria del mundo con un reconocimiento urbano entre árboles y coches. La arquitectura racionalista y blanca del Juan de Austria, y también la del instituto contiguo, el Infanta Isabel, ha sido devorada implacablemente por la oscuridad de esta tarde de otoño. Hubo un tiempo en que los fluorescentes de sus aulas estaban encendidos a estas horas, y por su ventanas se veía como la ciudad estudiaba. Entonces, se convivía con la noche, y la luz que salía de las clases era la del esfuerzo. La gente que trabajaba podía matricularse en horario nocturno. Cuando Mortadelo parpadea es aviso de que le toca el turno a Filemón, y viceversa. También vivía cerca de este semáforo el dibujante Francisco Ibáñez, y por esta razón se encuentra aquí su homenaje. El semáforo dedicado al creador de historietas más popular. El más leído, el que más colas tuvo cuando firmaba esos papeles que llamamos tebeos, y que nos han otorgado a tantos nuestra nacionalidad. En los tebeos, al espacio que separa las viñetas se le llama calles. Me he pasado la vida cruzando calles.