Pedro Vera: "Hay ranciedades de muchos tipos, algunas tienen una carga de 'cutredad y otras de entrañable'"

Madrid

El dibujante Pedro Vera ha sacado a la luz la sexta entrega de la serie Ranciofacts, una publicación semanal en El Jueves que explora las costumbres y los dichos más rancios de la cultura popular española desde 2012. En “La universidad de la vida” repasa estos comportamientos que ya forman parte de la sociedad y que se asocian a la figura del “cuñao”. Junto a nuestros humoristas gráficos, José María Pérez 'Peridis', Mauro Entrialgo, Carla Berrocal y Julio Rey, Vera ha analizado el nivel de ranciedad que llevamos dentro.

“Yo empecé muy beligerante, no podía estigmatizar a la gente cuando todos somos muy rancios; creé un orgullo de lo rancio” ha contado el historietista. En su nuevo volumen no pretende criticar “lo rancio”, sino que trata de abrazarlo. Desde pilotos de avión compinchados con despedidas de soltero hasta First Dates, tatuajes mal hechos, Twitter y “criptobros”: estas son algunas de las cuestiones que ilustra en el libro.

Ampliar

Las redes sociales también han influido en "lo rancio": "En la vida real hay mucha ranciedad, pero detrás de la pantalla se amplifica de manera tremenda" ha asegurado Vera. Según el dibujante, lo que antes solo podía transmitirse de manera oral entre amigos y conocidos, ahora ha abarcado otras dimensiones mucho más extensas que implican una sobreexposición a la ranciedad. Por otro lado, "hay ranciedades de muchos tipos, algunas tienen una carga de "cutredad", otras de entrañable" ha confirmado el creador de Ranciofacts, afirmando que entre este último grupo está el hecho de "ver películas de romanos en Semana Santa".

Sin embargo, no todo lo que se asocia al "cuñadismo" es rancio. Para Vera, depende mucho de si lo que se dice ya se ha dicho antes: "El problema de "lo rancio" es tomar cosas que se han repetido hasta la saciedad". Uno de los ejemplos que ha puesto es el del Camino de Santiago, una ruta que nunca ha llegado a realizar, pero que ha ilustrado basándose en lo que le han dicho algunos amigos y en la ranciedad "de cruzarte con uno cada dos segundos y que te digan: "Buen camino"." El historietista también ha asegurado que ha dedicado viñetas por igual tanto a políticos de derechas como de izquierdas y que esta es una cuestión en la que "se dan la mano todas las vertientes políticas".