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Sociedad

"Un niño de diez años no puede ser un objetivo, no hay enemigos de diez años"

El director de Cooperación Internacional de 'Save The Children' hace un llamamiento desesperado en 'La Ventana'

'No existen enemigos de diez años'

"Un niño de diez años no puede ser un objetivo, no hay enemigos de diez años. Y la población civil es sagrada, en Gaza, en Israel, en Cisjordania y en todas partes". Vicente Raimundo, director de Cooperación Internacional de Save The Children, ha reiterado la petición de las ONGs para poder ayudar a la población infantil en Gaza donde, según los últimos datos de Naciones Unidas, ya han muerto casi 3.500 menores.

"En Gaza casi la mitad de la población, un 44%, tiene menos de 14 años, así que la probabilidad de que los niños sean víctimas directas es muy elevada", ha explicado Raimundo. "Muchas muertes se producen en los ataques pero también por la imposibilidad de que llegue la ayuda humanitaria para asistir a esas víctimas. Estamos a las puertas, tenemos los medios, los recursos y la capacidad para auxiliar pero necesitamos acceso, que podamos llegar a la población puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para muchos niños".

El director de Cooperación Internacional de Save The Children ha relatado en 'La Ventana' la impotencia que sienten: "Tenemos 70 personas ahora mismo en Gaza pero no están pudiendo desplegar su trabajo de ayuda, hace apenas diez minutos hemos conseguido recibir información y constatar que al menos todos ellos están vivos, lo que es casi un milagro. Ayer fue el primer día que conseguimos que entrara un camión cargado con 45.000 litros de agua. Esa es la situación".

Raimundo explica que ahora la prioridad es salvar vidas, porque la situación médica es crítica. "No hay suministros, ni medicinas ni cirujanos para operaciones de urgencia para los miles de heridos, 6.000 de ellos niños". Según estimaciones de las ONGs en Gaza han nacido estas semanas trescientos niños y hay unas 5.500 mujeres con embarazos a término. ¿En qué condiciones podrán dar a luz?, se pregunta.

Al margen de las secuelas físicas, en forma de amputaciones y discapacidades permanentes, quienes sobrevivan tendrán que afrontar secuelas emocionales devastadoras. "Antes de esto ya se decía que nacer en Gaza era nacer muerto, sin esperanza, sin posibilidades. No hace falta esperar a que cesen los bombardeos, ya, en estos momentos, hay cientos de miles de niños que necesitan una atención psicológica urgente porque están viviendo situaciones extremas que no capaces de afrontar".

Por la experiencia en otros conflictos, Raimundo augura un aumento dramático del impacto sobre la salud mental de la población y en particular de los niños. "Veremos muchos más casos de depresión, pérdida de esperanza, angustia. Llevamos 70 años trabajando en la zona y todos los indicadores psicológicos de los niños palestinos que elaboramos cada dos años son cada vez peores".

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