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"Según los cristianos evangélicos, los pitufos eran azules porque estaban muertos y eran seres del inframundo"

Marta Fernández repasa en la Academia de Saberes Inútiles el hilo que conecta Halloween con la Gran Hambruna de Irlanda y las hamburguesas diabólicas de McDonald's

"Según los cristianos evangélicos, los pitufos eran azules porque estaban muertos y eran seres del inframundo"

A mediados del siglo XIX, Irlanda era una isla joven que pertenecían a los terratenientes británicos. Una época donde la isla era fundamentalmente agrícola. "Los irlandeses trabajaban como sus apareceros y mientras que cuidaban de los inmensos campos de trigo de sus señoritos, en el poco terreno que quedaba para la familia cultivaban patatas que eran resistentes y nutritivas. Pero fiarse de un único cultivo puede ser muy peligroso. Así que cuando en 1845, un hongo atacó exclusivamente a las patatas, un millón de irlandeses falleció de inanición", ha explicado Fernández.

Por eso tuvieron que emigrar masivamente. Durante el primer año de la Gran Hambruna, un millón de irlandeses se fue a Estados Unidos huyendo de la miseria. "Se llevaron consigo sus tradiciones. Y entre sus tradiciones estaba la fiesta celta de la cosecha, el Samaín, la noche en la que el velo entre la vida y la muerte desaparecía. O lo que es lo mismo, esta noche: Halloween".

El cine ha hecho mucho por Halloween, ayudando a que se convirtiese en una fiesta tan popular en Europa. "El cine nos enseñó aquello de truco o trato, de las calabazas, pero sobre todo nos dejó grandes clásicos del terror y de eso que después llamamos 'slasher': un género que se basa en un enmascarado matando a un montón de gente con gran despliegue de hemoglobina. Si hablamos de asesinos enmascarados, la película que se nos viene a la cabeza es, claro, Halloween, obra maestra del susto dirigida por John Carpenter en 1978", ha indicado Fernández.

"Los McDonald’s de Ohio se quedaron vacíos"

Según Fernández, otro clásico del terror es 'El exorcista'. "Durante los 70 y, sobre todo, en los 80, los americanos llegaron a creer que el mismísimo demonio estaba entre nosotros. Según los cristianos evangélicos, los pitufos eran azules porque estaban muertos y eran seres del inframundo y el pobre pitufo negro era un enviado del mismísimo Satán".

En 1977, el negocio de McDonald's estuvo en peligro cuando un miembro de una iglesia de Ohio dijo en un programa de televisión que vio al dueño de la compañía donando el 20 por ciento de sus ganancias a la Iglesia de Satán. "El cura al que se lo confesó, que tenía vocación de luchar contra el demonio, se lo creyó y publicó la historia en la hoja parroquial y en poco tiempo los McDonald’s de Ohio se quedaron vacíos".

La empresa envió ejecutivos a la iglesia para hablar con el sacerdote. El cura, a su vez, habló con la parroquiana, que reconoció que lo mismo no había entendido bien y se publicó un desmentido en la misma hoja parroquial. "Como la verdad viaja más lenta que la mentira, al final, el dueño de McDonald’s tuvo que decir públicamente en una entrevista que amaba a Dios", ha concluido.

Leyenda (especial Halloween)