Dos partidos en poco más de 12 horas: el motivo por el que Sinner ha dicho adiós al Masters 1.000 de París
El italiano ya había avisado de que podría no jugar si los horarios eran demasiado exigentes
Jannik Sinner, durante su partido contra Daniil Medvedev en el Masters de Paris / EVA MANHART
El italiano Jannik Sinner anunció que no jugará hoy su partido de octavos de final del Masters 1.000 de París contra el australiano Alex de Minaur, tras haber acabado de madrugada su ronda precedente. El transalpino, cuarta raqueta del ránking, arguyó fatiga para no comparecer en el duelo, que estaba programado en el tercer turno de la pista central.
Sinner, de 22 años, era uno de los candidatos más serios para levantar el título final, por el buen final de campaña que está firmando, en los que ha levantado los títulos de Pekín y Viena y solo ha concedido una derrota desde su eliminación en el Abierto de Estados Unidos, por trece victorias.
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Pero su duelo de segunda ronda contra el estadounidense Mackenzie McDonald comenzó este miércoles casi a la media noche y se prolongó durante dos horas y media, lo que parece haber afectado al jugador, que tenía que volver a saltar a la pista unas 15 horas más tarde.
El propio Sinner amenazó anoche con no jugar el partido molesto con los organizadores que le llevaron a un horario tan inusual. De Minaur, 13 del mundo a sus 24 años, jugará los cuartos de París por primera vez en su carrera, contra el ruso Andrey Rublev, quinto favorito, que venció al neerlandés Botic van de Zandschulp por un doble 6-3.
Se da la circunstancia de que el australiano ya se benefició en 2018 del abandono de un jugador que había terminado tarde su partido anterior. Fue el británico Andy Murray en el torneo de Washington y también le sirvió para clasificarse para cuartos de final.
El torneo ya ha dejado otros abandonos curiosos de grandes nombres. En la primera ronda, tanto Carlos Alcaraz como Daniil Medvedev se despidieron de la pista de París al no superar sus duelos ante rivales supuestamente inferiores. El ruso, además, se retiró haciendo un gesto curioso a la grada francesa, con la que no tiene la mejor relación. Simuló mirarse la uña mientras le dedicaba una peineta a las gradas.
