Madrid

Los suicidios dentro de la Guardia Civil son uno de los temas más dolorosos de asumir dentro de la propia Benemérita. Esa lacra es real y constante. De media, cada mes, un guardia civil se suicida, o dicho, de otra forma, desde 2015, exactamente, 98 guardias civiles se han quitado la vida, según datos oficiales recogidos por el Instituto Armado consultados por la Cadena SER. Un problema que castiga de forma imparable y que preocupa, prueba de ello es que cada año, según datos oficiales, la Dirección General de la Guardia Civil retira cerca de 1.100 armas de fuego a sus agentes por algún tipo de conducta anómala relacionada con problemas psicológicos.

Hay otros indicadores que alertan de los problemas que salud mental que sufren en el seno de la Guardia Civil por culpa “del riesgo asociado a la necesidad de intervenir en entornos de conflictividad y violencia, ante situaciones críticas, peligrosas o de emergencia, y en contacto con poblaciones victimizadas bajo gran impacto emocional”, según admite la Jefatura de Asistencia al Personal de la Guardia Civil. Las bajas por motivos psiquiátricos afectan cada año a una media 1.400 guardias civiles, lo que supone cerca de “medio millón de días de actividad perdidos por culpa de la salud mental”.

Carecen de psicólogos propios suficientes

Desde julio de 2010, la Guardia Civil dispone de un Plan Preventivo de Asistencia Psicológica de carácter permanente con seguimiento y revisión anual. Pero se queda corto. Lo reconoce por escrito la propia Dirección General de la Guardia Civil, admiten que el personal con habilitación sanitaria del Servicio de Psicología de la Guardia Civil “no es suficiente para poder proporcionar servicios continuados de asistencia psicológica inmediata” a sus agentes “teniendo presente “la incidencia de los fenómenos de tipo psíquico en la Guardia Civil”.

Ante esa carencia, para cubrir ese déficit, el Ministerio del Interior ha reservado un presupuesto de base de licitación de un millón de euros - por 24 meses con posibilidad de ser prorrogado- para contratar un servicio de atención psicológica, que entrará en vigor a partir del próximo 1 de diciembre.

La empresa licitadora deberá proporcionar una asistencia psicoterapéutica de forma presencial; por videoconferencia y por vía telefónica - con un único número de teléfono gratuito para todo el territorio nacional, de atención inmediata y urgente, disponible las 24h todos los días del año-.

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La Guardia Civil justifica la necesidad de contratar un servicio que permita “extender y completar la asistencia psicológica adecuada a todo el personal de la Guardia Civil y personal que ocupe un puesto de trabajo en el ámbito de la Dirección General de la Guardia Civil” para “minimizar los riesgos ante conductas autolíticas (suicidios) o ante terceras personas, así como la pérdida de capacidades de prestación servicio derivadas de situaciones de anomalía o disfunción psíquica que impidan o comprometan el desempeño profesional ordinario”.

La Guardia Civil estima que sería precisa la incorporación equivalente de al menos seis nuevos empleados públicos para cubrir la demanda de casos potenciales de problemas relacionados con la salud mental. Estiman que los agentes que puedan requerir esa atención necesitarán una terapia de diez sesiones para conseguir un efecto significativo de recuperación. La Guardia Civil trabaja con la previsión de que al menos la mitad de quienes vivan una situación potencial de riesgo psicológico demanden esa atención, por eso calculan que se alcanzarán las 7.500 horas (sesiones) anuales.