¿Por qué criticar al estado de Israel no es antisemita?
Xosé Manoel Núñez Seixas, catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Santiago, analiza lo que podríamos considerar antisemitismo y lo que no
¿Por qué criticar al estado de Israel no es antisemita?
Madrid
El panorama político y social internacional está marcado por la situación que se está viviendo en Gaza. El conflicto palestino-israelí, enquistado históricamente en la zona y la sociedad que la habita, deja al descubierto el doble rasero con el que se cuentan las guerras, el peso de las palabras y las consecuencias demoledoras a las que se enfrenta una sociedad ante los ojos del mundo y de la Comunidad Internacional.
El grupo de corresponsales que nos acompaña cada semana son el ejemplo de cómo los conflictos, en muchas ocasiones difíciles de comprender sin valorar todas las aristas que los forman, se ven de modo distinto en función de la sociedad a la que uno pertenece. Mathieu De Taillac, Hans-Günter Keller, Íñigo Domínguez y Ana Fuentes analizan el marco en el que se está contando lo que ocurre en esta zona sin perder de vista las sensibilidades de algunos países frente al conflicto y todo el bagaje histórico.
La terminología con la que se narra un conflicto es un aspecto esencial en el desarrollo del mismo y, sobre todo, en la opinión que las sociedades se acaban formando sobre lo que está ocurriendo. El antisemitismo es el ejemplo por excelencia a la hora de hablar del conflicto entre Israel y Palestina. En el año 2020, académicos de todo el mundo de los campos de la historia del Holocausto, los estudios sobre judaísmo y los estudios sobre Oriente Próximo se unieron para elaborar la Declaración de Jerusalén sobre el antisemitismo. Este es un manifiesto que busca ser una herramienta para identificar y combatir el antisemitismo y proteger la libertad de expresión. Esta iniciativa contaba en sus inicios con 200 firmantes y ahora esa cifra asciende hasta los más de 350, entre los que hay cuatro académicos españoles; uno de ellos es el catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Santiago, Xosé Manoel Núñez Seixas.
Diferenciar lo que es antisemitismo de lo que no lo es puede considerarse uno de los grandes retos al hablar sobre este conflicto. Núñez explica que el manifiesto "intenta deslindar lo que es antisemitismo de lo que puede ser una crítica legítima a la política de Israel hacia Palestina o hacia su política interior y exterior". Esa dificultad supone que en ocasiones se considere antisemita una conducta que quizá no se debería catalogar como tal. El catedrático de la Universidad de Santiago explica que "antisemitismo sería equiparar el estado de Israel al pueblo judío en general". A esto añade que en el manifiesto se intentó "establecer claramente que criticar la política de Israel hacia Palestina no es antisemitismo si se tiene en cuenta que no estamos hablando de los judíos como colectivo y estamos hablando de un estado en particular". El uso de la palabra genocidio también suscita dudas. Núñez recuerda que hay 35 definiciones de genocidio desde 1944 y que es difícil saber con cual quedarse, pero mantiene que "hablar de genocidio no es necesariamente antisemitismo" y expresa que para él "es una comparación de pésimo gusto y no muy bien informada".