Jenni Hermoso: "Simplemente queríamos lo más básico. En cuanto lo hemos tenido, hemos ganado un campeonato del mundo"

Jennifer Hermoso, una veterana de la Selección femenina de fútbol que juega con el combinado nacional desde hace doce años, asegura que se esperaba un final de carrera más tranquilo. La madrileña, jugadora del Atlético Pachuca mexicano, acumula en su palmarés una multitud de títulos personales y colectivos, a los que, desde este verano, suma un Mundial histórico para el fútbol español.

A pesar de todo ello, los hechos lamentables que vivió en la celebración de aquel trofeo han empañado, durante algún tiempo, toda una carrera en el fútbol femenino. Pero también le han dado una oportunidad de reivindicarse y cambiar unas cuantas mentalidades en el proceso, como cuenta en su primera entrevista desde aquellos hechos, para 'GQ Spain'.

Hermoso, nieta de futbolista y natural de Carabanchel, relata como su carrera en el fútbol profesional le ha permitido vivir en primera persona los avances de esta industria: "En Suecia en 2013 me encontré que a las futbolistas se las trataba como se debe hacer con una profesional. En Francia, el contraste fue sobre todo en lo económico. Para las nuevas generaciones de jugadoras hay un horizonte muy prometedor".

Sobre los días posteiores a la final, cuenta que ha tenido que "asumir las consecuencias de un acto" que no provocó, "que no había elegido ni premeditado". Además, asegura que ha trabajado su salud mental de cerca con su psicóloga para sobrellevar este periodo: "Gracias a ello me siento fuerte y no estoy derrumbada o pensando en dejar el fútbol. No he perdido la ilusión".

Lo más destacado de la entrevista

“He tenido que asumir las consecuencias de un acto que no provoqué, que no había elegido ni premeditado. He llegado a recibir amenazas, y eso es algo a lo que no te acostumbras nunca”.

"Me da mucha rabia que digan que el fútbol femenino no genera tanto como el masculino. Obviamente lo sabemos y nunca hemos pedido cobrar como ellos. Simplemente queríamos lo más básico: tener un salario mínimo, que se nos respetara y se nos diera la oportunidad de poder hacer algo muy grande. En cuanto la hemos tenido, hemos ganado un campeonato del mundo”.

"La gente me odiará o me querrá, pero tengo mi manera de pensar y no me importa decirlo abiertamente: el apoyo de ellos no sé si hubiera hecho todo más sencillo, pero desde luego nos hubiera ayudado mucho”.

"Al jugador que se plantea salir del armario le faltan referentes y cree que perjudicará su carrera deportiva porque la sociedad no es tan inclusiva todavía. En cambio, las mujeres han tenido una mentalidad respecto a esto muy diferente. Han visto que era absolutamente normal".