Paloma Bravo, sobre llevar una vida sin filtros: "Hay que intentar no hacer daño a no ser que sirva para algo"

Madrid

La vida sin filtros puede ser llegar a ser un problema. Sobre todo si a nuestro al rededor hay personas que dicen lo primero que se les pasa por la cabeza sin pensar que pueden hacernos daño. De eso trata 'Sin Filtros' (Contraluz), el nuevo libro de la escritora Paloma Bravo. "Hay que intentar no hacer daño a no ser que sirva para algo, que en ese caso es constructivo", explica Bravo en 'Hora 25' con Aimar Bretos. Antes, la sociedad nos educaba para que viviéramos con cuidado y pensando en los demás. Ahora, dice Bravo, vivimos en "una etapa individualista".

La importancia de pedir ayuda

Las protagonistas de 'Sin Filtros' son tres mujeres: Ana, Sofía y Elena. Las tres han pasado los 40 y comparten los problemas que asoman a esa edad. A Elena quieren extirparle el útero y quiere cambiar de trabajo. Sofía de repente tiene que encajar un diagnóstico médico de su madre. Ana no sabe que es tener tiempo porque cuida a su madre y cuida a su hija. Historias en las que algunas mujeres se han visto reflejadas: "Me dicen que parece que he escrito sobre su vida y que les he ayudado".

Les ha ayudado a poner palabras a lo que sienten y a que sepan que no están solos, que hay gente que se ha sentido así y que ha salido adelante. "Parece una chorrada, pero yo creo que ayuda", confiesa. Le pasó con otro de sus libros, en el que habla sobre el acompañamiento en la enfermedad terminal. Hablaba de su propia historia, del acompañamiento a su padre. "Me escribió mucha gente para darme las gracias porque había expresado lo que sentían y, gracias a ello, habían pedido ayuda y les habían consolado y acompañado".

En esta sociedad tan rápida en la que vivimos, una sociedad individualista y muy visual, cuesta mucho pedir ayuda. "Tú preguntas que tal y todo el mundo te contesta que está bien porque cree que no lo preguntas con interés, aunque a veces sí lo hacemos", explica. Hay que saber decir lo que nos pasa y que alguien se atreva a hacerlo, dice la escritora, "te da permiso a ti también".

La vejez

La vejez tiene muchas fases, pero para Bravo "la vejez de verdad" empieza cuando no eres independiente, cuando necesitas a otros. "La vejez no significa que hayas perdido el cerebro o el talento. La vejez significa que tu cuerpo no te acompaña y que necesitas que la sociedad en la que tú has invertido para empezar tus impuestos te responda y te atienda", reflexiona.

Al final, dice la autora, vivimos en la sociedad de Instagram, en la que se aparta a los viejos porque no nos gustan, porque son más feos, porque se mueven despacio, porque se te ponen delante en la farmacia y te impacientan: "Los apartamos y hacemos como si no estuvieran. Pero nosotros también vamos a llegar".

Vivir en diagonal

"Estamos llenos de estímulos. Escuchas cosas, pero no les prestas atención, como que no digieres lo que estás viviendo ni lo que estás escuchando. Estás esperando el siguiente estímulo", cuenta Bravo. Y para salir de esa "vida en diagonal" hay que invertir "mucho esfuerzo". Hay que hacer por apartar las cosas, por leer, por atender, por ir por la calle mirando.

Por eso muy importante cuidarse bien y reconocer que necesitas tiempo para saber quién eres, para hablar con un amigo o para pegar un grito. Hay que pedir lo que necesitamos: "A veces le tienes que decir a tu madre o a tu hija, o a un amigo, que necesitas ese rato para ti. Te sientes como una especie de criminal de guerra, pero hay que pedirlo".