¿Cuántos votos necesita Pedro Sánchez para ser investido presidente?
El líder socialista tiene garantizados 179 votos a favor, tres más de los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta
Pedro Sánchez ha solicitado la confianza al Congreso para ser investido presidente en sus dos sesiones de debate. En caso de conseguirlo, lo previsible es que tome posesión de su cargo este mismo viernes y que forme Gobierno en los próximos días. Si no lo logra, tendrá una nueva oportunidad 48 horas más tarde de la hipotética votación fracasada; es decir, el sábado.
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Salvo sorpresa mayúscula, Sánchez conseguirá la reelección, ya que tiene garantizados 179 votos, tres más de los necesarios para la mayoría absoluta que se exige en la primera votación. En las elecciones generales del pasado 23 de julio, el PSOE obtuvo 121 escaños —el voto extranjero restó uno a los 122 del recuento provisional—, que se sumarán a los 31 de Sumar, los siete de Junts, los siete de ERC, los seis de Bildu, los cinco del PNV, uno del BNG y otro de Coalición Canaria.
Esta variopinta colección de apoyos será suficiente para que Sánchez sea investido en la primera votación, ya que el Congreso está formado por 350 diputados y la mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos) se sitúa en 176. En una segunda oportunidad, a Sánchez le valdría una mayoría simple (más síes que noes), por lo que ni siquiera haría falta que todos sus socios votaran a favor, sino que bastaría con la abstención de algunos de ellos.
El precio del sí a la investidura de Sánchez
Los votos a favor de Sánchez no le han salido 'gratis' al PSOE. En primer lugar, los socialistas tuvieron que convencer a Sumar. Aunque la formación de Yolanda Díaz se hizo de rogar en un principio, finalmente ambas formaciones rubricaron un acuerdo programático que incluye ambiciosos cambios en materia económica y social, como la reducción de jornada sin reducción salarial y el refuerzo del sistema público de salud.
El mayor escollo de Sánchez han sido los independentistas catalanes, a quienes el PSOE ha concedido una ley de amnistía que perdonará los delitos a los encausados por el 'procés' desde 2012. No es la única medida para seducir a ERC y Junts. Además, los socialistas se comprometen al traspaso total de Rodalíes al Govern, a una condonación de la deuda de Cataluña y a que el partido de Puigdemont pueda proponer la celebración de un referéndum de autodeterminación a lo largo de la legislatura.
Por su parte, el PNV ha pactado avanzar en el autogobierno vasco mediante el cumplimiento de las competencias fijadas en el Estatuto de Gernika en un "plazo improrrogable" de dos años. En cuanto a EH Bildu, no ha trascendido si existe un acuerdo con los socialistas, pero la formación abertzale ya avisó de que no pondría líneas rojas a Sánchez y cabe esperar que reclame medidas sociales de mayor calado al Ejecutivo.
El BNG también ofrecerá el voto de su único diputado, Néstor Rego, a cambio de 22 compromisos, centrados en la mejora de infraestructuras en Galicia, en ampliar el autogobierno de la región y en proteger la lengua gallega. El documento incluye, además, garantías para que Galicia mantenga la misma posición que Cataluña y País Vasco en caso de "cualquier modificación de la estructura del Estado".
Coalición Canaria ha sido el último partido en ofrecer su apoyo a Sánchez. Lo ha hecho a cambio de la consolidación de la subvención al transporte aéreo y marítimo para los ciudadanos de las islas y la gratuidad de las guaguas y tranvías. Asimismo, el pacto implica solidaridad en la política migratoria, la transferencia de las competencias previstas en el Estatuto de Autonomía y la aplicación de compensaciones por la lejanía e insularidad de Canarias.